La quimioterapia es efectiva, pero devastadora: ataca las células cancerosas… y también a muchas sanas, causando efectos secundarios intensos. Ahora, científicos de la Universidad Northwestern han desarrollado una versión nanométrica y rediseñada de un fármaco clásico, que llega directamente a las células cancerosas y elimina tumores sin afectar los tejidos sanos. Este avance podría marcar un antes y un después en la lucha contra el cáncer.