Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en EEUU descubren que las variaciones circadianas en la función hepática desempeñan un papel importante en la forma en que se descomponen los medicamentos en el cuerpo. Así, han observado que administrar medicamentos en diferentes momentos del día podría afectar significativamente la forma en que se metabolizan en el hígado.