Un estudio realizado por la Asociación de Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (ACI-SEC) ha concluido que los pacientes con diabetes que estaban a la espera de un procedimiento electivo de cardiología intervencionista durante la primera ola de la pandemia de la COVID-19 murieron el triple que aquellos que no tenían esta condición.