MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por la Asociación de Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (ACI-SEC) ha concluido que los pacientes con diabetes que estaban a la espera de un procedimiento electivo de cardiología intervencionista durante la primera ola de la pandemia de la COVID-19 murieron el triple que aquellos que no tenían esta condición.
"El mal pronóstico de la diabetes en estos pacientes se observó con independencia de la patología que estaba pendiente de tratarse", detalla el doctor Raúl Moreno, presidente de la ACI-SEC y primer firmante del estudio, que se ha publicado en la revista 'Cardiovascular Diabetology'.
Un estudio previo de la ACI-SEC puso de manifiesto las importantes consecuencias que esto tuvo en términos de mortalidad a corto plazo para los pacientes el confinamiento. Ahora, este nuevo análisis identifica las peculiaridades de aquellos pacientes con diabetes en los que se retrasó o pospuso alguna de estas intervenciones, así como los subgrupos de pacientes en los que la influencia de la diabetes tiene un mayor impacto en el resultado clínico.
La investigación incluyó a un total de 2.158 pacientes de 37 hospitales españoles, de los cuales un 32,4 por ciento tenían diabetes. A pesar de no haberles realizado el procedimiento correspondiente en cada caso, a todos ellos se les hizo un seguimiento de 45 días, hasta el 1 de abril, para analizar las consecuencias de esa cancelación.
Los pacientes con diabetes tuvieron una tasa más alta de mortalidad tanto por todas las causas (3% en diabéticos frente al 1% en aquellos sin ella) como por causa cardiovascular (1,9% en pacientes con diabetes frente al 0,4% en los que no la padecen). Además, la proporción de pacientes que tuvieron que ser sometidos a un procedimiento urgente por inestabilización clínica también fue significativamente mayor entre aquellos con diabetes (10,4% frente al 7,3%).
La mayoría de los pacientes, con independencia de si padecían o no diabetes, estaban a la espera de un procedimiento de diagnóstico coronario o terapéutico, aunque este tipo de procedimientos eran más frecuentes entre los diabéticos.
"Los datos recogidos evidencian también que los pacientes con diabetes eran mayores y tenían una mayor prevalencia de hipertensión, hipercolesterolemia, insuficiencia renal crónica, enfermedad arterial periférica, enfermedad de las arterias coronarias, incluido un infarto de miocardio previo, y habían sido sometidos a una revascularización miocárdica previamente", explica Moreno. La disfunción ventricular izquierda era también más frecuente entre los diabéticos y estos tenían con mayor frecuencia enfermedad multivaso.
"Los resultados de nuestro estudio son importantes porque indican que, entre los pacientes que se encuentran pendientes de procedimientos cardiológicos intervencionistas, los diabéticos deben priorizarse", concluye el presidente de la ACI-SEC.