MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las lesiones cerebrales traumáticas (LCT) en adultos mayores están asociadas con nuevos casos de demencia, uso de servicios de atención domiciliaria y admisión a cuidados a largo plazo, según una nueva investigación del ICES (Institute for Clinical Evaluative Sciences) de Canadá, publicada en 'CMAJ' (Canadian Medical Association Journal).
"Una de las causas más comunes de LCT en la edad adulta mayor es sufrir una caída, que a menudo es prevenible", escriben la doctora Yu Qing Huang, estudiante de doctorado del ICES, y la doctora Jennifer Watt, profesora asociada y científica del ICES, ambas geriatras del Hospital St. Michael's, Unity Health, y afiliadas a la Universidad de Toronto, junto con sus coautores. "Al abordar los LCT relacionados con caídas, podemos reducir potencialmente la demencia asociada a LCT en esta población".
UN LCT PUEDE ELEVAR HASTA UN 69 % EL RIESGO DE DEMENCIA
Las lesiones cerebrales traumáticas son causadas por un impacto directo en la cabeza o una fuerza indirecta (p. ej., latigazo cervical) con alguna de las siguientes consecuencias: pérdida de consciencia, amnesia postraumática, desorientación o signos neurológicos como dificultad para hablar, debilidad muscular o cambios en la visión. Más del 50% de las LCT en adultos mayores se deben a caídas, y un millón de personas mayores de 65 años en Canadá sufrirán un LCT a lo largo de su vida.
Para comprender el impacto del LCT en la vejez y su asociación con nuevos casos de demencia y las necesidades de atención relacionadas, los investigadores analizaron datos de más de 260.000 adultos mayores de 65 años con y sin LCT entre abril de 2004 y marzo de 2020. El estudio realizó un seguimiento de los participantes hasta el diagnóstico de demencia, hasta marzo de 2021 o hasta su fallecimiento. Un nuevo LCT se asoció con un aumento del 69 % en el riesgo de demencia posterior en los primeros 5 años, un aumento del 56% en el riesgo después de los 5 años y más días de atención domiciliaria financiada con fondos públicos (87 días en comparación con 84 días en personas sin LCT).
La edad y el sexo femenino se asociaron con un mayor riesgo de demencia, y se predijo que aproximadamente 1 de cada 3 personas de 85 años o más desarrollaría demencia después de un TCE. Los ingresos también se relacionaron con el riesgo de demencia, ya que las personas de barrios de bajos ingresos tenían un mayor riesgo de demencia que las de barrios de altos ingresos.
PROGRAMAS DE PREVENCIÓN Y APOYO, CLAVE PARA REDUCIR RIESGOS
Las personas que vivían en comunidades más pequeñas, regiones de bajos ingresos y zonas con menor diversidad étnica tenían mayor probabilidad de ser ingresadas en un centro de atención a largo plazo.
"Nuestros hallazgos sugieren que, para alinear mejor los recursos de salud limitados con las necesidades de la población, se deberían priorizar programas especializados, como programas comunitarios de prevención de la demencia y servicios de apoyo, para mujeres mayores (= 75 años) que viven en comunidades más pequeñas y áreas de bajos ingresos y baja diversidad".
Los autores pretenden que estos resultados ayuden a los médicos y a las familias a afrontar los efectos de un traumatismo craneoencefálico.
"Si bien el TCE se ha estudiado como factor de riesgo de demencia en la edad adulta, nuestros hallazgos destacan su importante asociación con una mayor tasa de demencia incidente, incluso cuando se mantiene en la vejez, y cómo este riesgo cambia con el tiempo", escriben los autores. "Esta información crucial puede ayudar a los profesionales clínicos a orientar a los pacientes mayores y a sus familias para que comprendan mejor los riesgos a largo plazo".