El golpe de calor puede ser más intenso y peligroso en personas con diabetes, ya que su cuerpo pierde eficiencia para sudar o percibir la sed, lo que favorece cuadros de deshidratación y puede derivar en una emergencia médica si no se detecta a tiempo, afirma la jefe de Endocrinología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, Marta Carrasco.