¿Duele la radioterapia? ¿Quema? ¿Te quedas radioactivo? La realidad es muy distinta a lo que muchos imaginan: una sesión de radioterapia no produce ninguna sensación física. Dura apenas unos minutos, y está totalmente controlada por especialistas. Además, los efectos secundarios actuales suelen ser leves y temporales, gracias a tecnologías que evitan la caída del cabello, minimizan la irritación de la piel, y protegen la fertilidad. Así es realmente este tratamiento esencial contra el cáncer.