Archivo - Alzheimer disease as a neuropathology memory loss due to brain degeneration and decline as a surreal medical neurology illness concept. - WILDPIXEL/ ISTOCK - Archivo
MADRID, 28 Nov. (EDIZIONES) -
Un grupo clínico del Hospital Vithas Medimar de Alicante, liderado por el neurólogo Francisco Mira, está demostrando que técnicas de neuromodulación como la estimulación magnética transcraneal (TMS) pueden frenar el avance de la demencia. En su investigación, tres de cada cuatro pacientes tratados han logrado mantener estable su enfermedad, o incluso mejorar, un hallazgo que abre la puerta a nuevas estrategias no invasivas para combatir el deterioro cognitivo.
Y es que no hay que olvidar que en una demencia, las células del cerebro, las neuronas, comienzan a dañarse y a morir de forma progresiva. Esto hace que las conexiones entre ellas se pierdan y que el cerebro funcione cada vez peor. Dependiendo del tipo de demencia pueden afectarse la memoria, el lenguaje, el juicio, o el control de las emociones. Con el tiempo, este daño se extiende, generando un deterioro y dificultando las actividades diarias y la autonomía de la persona.
Francisco Mira Berenguer, Premio Nacional de Medicina en Neurología, lidera precisamente un grupo clínico que está potenciando el empleo de técnicas de estimulación cerebral no invasiva, principalmente la TMS (estimulación magnética transcraneal, funciona por campos magnéticos), y la TDCS (estimulación transcraneal por corriente directa, que funciona por corrientes eléctricas). En concreto lidera en España la investigación sobre el tratamiento de TMS en demencia con pacientes reales, según nos cuenta en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus.
LOGRAR QUE LA ENFERMEDAD SE ESTABILICE O MEJORE
En el campo concreto de la demencia, su investigación hasta el momento demuestra que en el 24% de los casos los pacientes no responden a la TMS, pero sí lo hace el 76% de los pacientes, en quienes se estabiliza o mejora la demencia, y esto en pacientes con cuatro años de tratamiento. "No son pocos los que hemos demostrado cuya enfermedad no está avanzando, y con demostraciones también a nivel del PET-TAC cerebral. Esto nos dice que estamos consiguiendo luchar contra lo inevitable, que es estabilizar la enfermedad", subraya.
De hecho, pone el ejemplo de un señor con demencia que ha vuelto a conducir gracias a estos tratamientos. Eso sí, prudente, reconoce que no son efectivos en todo el mundo, pero sí en la gran mayoría, vistos los resultados. "Hasta el momento, en nuestro grupo de pacientes tratados, y muchos en su cuarto año, el 76% está como mínimo igual, que es mucho, porque una demencia es neurodegenerativa y empeora con el tiempo", asegura.
Eso sí, el doctor Mira indica que la TMS no puede ser un tratamiento único de entrada en la demencia, pero en caso de contraindicación de fármacos es lo primero a utilizar. "Es una buena herramienta coadyuvante que no debe competir en criterios de exclusión. Si el paciente la tolera bien, por ejemplo, también puede emplearse para potenciar el efecto de los tratamientos convencionales. Si el paciente no ha obtenido respuesta con otros tratamientos, sí puede probarlo en exclusividad porque se han agotado las otras vías", asegura.
MODIFICAR LA ACTIVIDAD CEREBRAL
Con ello, tal y como indica, el cerebro expresa su funcionamiento a través de una actividad eléctrica, de manera que, si se infunde una fuerza externa a las neuronas, éstas verán modificada su acción, aumentándola o disminuyéndola. "Hay un montón de este tipo de fuentes de energía; si bien, a día de hoy, la TMS y la TDCS son las más desarrolladas", apunta este experto sobre estos métodos que permiten modificar la actividad cerebral y sin necesidad de cirugía.
También dice este neurólogo que están los ultrasonidos que pueden modificar el funcionamiento cerebral (TUC), y después la estimulación por luz, "ya que la onda lumínica, en función de la longitud de onda, puede penetrar, más o menos, en los tejidos; de manera que cuando usas longitudes de onda cercanas al infrarrojo funciona muy bien la fotobiomodulación".
POSIBILIDADES DE LA TMS
En este contexto, el doctor Mira subraya que la que más indicaciones presenta a día de hoy es la TMS, sobre la que él está trabajando en profundidad en la demencia, como hemos contado antes: "La primera máquina de TMS fue creada en 1985, y sus primeras indicaciones se dieron en 2008 en Estados Unidos. Se utiliza fundamentalmente para el tratamiento de pacientes con depresión resistente a tratamientos farmacológicos; pero también para personas que no toleran ningún fármaco; personas que no quiere tomar ningún fármaco; o como potenciador de la respuesta de los fármacos".
También se puede emplear frente a la ansiedad refractaria o crónica, frente al trastorno de estrés postraumático, ante el trastorno obsesivo compulsivo o TOC, en ciertos síntomas de esquizofrenia, y en adicciones, detalla este neurólogo. En el campo de la depresión precisa que en China es líder en su empleo y al año trata a un millón de pacientes.
En el espectro neurológico destaca que entre sus indicaciones se encontrarían: el dolor crónico; en rehabilitación post-ictus, en esclerosis múltiple, en pacientes con el síndrome de Covid persistente, así como en la migraña o ante cefaleas que no responden a nada; aparte de la mencionada demencia.
"También puede estar indicada en tratamientos de demencia. No está reconocida, pero sí se está investigando mucho en ello", tal y como reconoce. Realmente, valora que es un procedimiento "súper seguro" y, de hecho, insiste en que se llevan tratando muchos pacientes desde 2008 hasta ahora. La mayor parte de los efectos adversos, de haberlos, subraya que "son transitorios", como ligeros mareos o dolor de cabeza; "sí hay una probabilidad, aunque muy baja, de 1 entre 100.000, de tener unas crisis convulsivas, y por eso es una técnica contraindicada en personas con epilepsia", apunta el doctor Mira.
TDCS Y SU POTENCIAL PORTÁTIL
En el caso de la TDCS, una técnica que funciona a través de la aplicación de corrientes eléctricas por un gorrito en la cabeza, sostiene este neurólogo que las indicaciones son las mismas que la TMS, tal y como recogen las guías clínicas internacionales, si bien afirma que en España el dispositivo domiciliario está autorizado para la fibromialgia, "donde funciona muy bien", pero también en el dolor crónico, en la rehabilitación cognitiva post-ictus, y así como en la depresión.
"Una de sus principales ventajas es que existe la autorización de empleo desde casa a través de dispositivos portátiles. Por ejemplo, se puede emplear al mismo tiempo que durante una sesión de rehabilitación, de fisioterapia, tras un ictus", asegura, mientras que con la TMS debes acudir al hospital y estar sentado.
Como se administra directamente a través de un gorro puede producirse en consecuencia un leve y transitorio enrojecimiento de la piel de la cabeza, "que con una crema se solventa", pero también ligeros y transitorios dolores de cabeza, mareos. "En la TDCS la probabilidad de convulsiones es todavía más baja que en la TMS", apostilla Mira.
Otra de las ventajas de estas técnicas de neuromodulación no invasivas, según comenta este doctor, es que ambas pueden combinarse, y por ejemplo se puede ofrecer en el hospital un ciclo de TMS, para después en casa seguir con un programa de mantenimiento.
"Se trata de procedimientos que pueden apoyar y potenciar otras vías terapéuticas. No pueden ser un tratamiento único de entrada, pero en caso de contraindicación de fármacos es lo primero a utilizar. Es una buena herramienta coadyuvante que no debe competir en criterios de exclusión. Por ejemplo, si el paciente tolera bien su tratamiento principal estas técnicas de neuromodulación pueden servir para potenciar el efecto de los tratamientos convencionales", remarca este neurólogo.
En el caso de la TMS dice que en una depresión te puedes encontrar que la persona encuentre mejoría entre las 20-30 sesiones de tratamiento, pero esto no significa que sea un mes de tratamiento, sino que en un mismo día se pueden hacer 5-7 sesiones de TMS; "con esta técnica se pueden conseguir resultados que igual los fármacos tardan meses". Pero si tomas la depresión en esa persona tenga circunstancias vitales concretas que
Por eso, según prosigue el doctor Mira, la mayor parte de las veces, de inicio, estos procedimientos se aplican de manera intensiva, para después realizar sesiones de mantenimiento, que sí se pueden alargar en el tiempo. "Si hablamos de enfermedades neurodegenerativas hay que mantenerlas porque si no el cerebro está enfermo y vuelve a su modo de funcionamiento anómalo y hay que mantenerlo", subraya.