Los adultos mayores que desarrollan un nuevo síndrome geriátrico, como deshidratación, delirio o desnutrición, después de una cirugía mayor, enfrentan un riesgo drásticamente mayor de malos resultados, incluyendo más complicaciones, menos días en casa y una probabilidad significativamente mayor de morir dentro de un año, según hallazgos de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) publicados en la Revista del Colegio Estadounidense de Cirujanos (JACS).