MADRID, 4 Dic. (EDIZIONES) - Aunque solemos asociar el ictus con los adultos, también puede aparecer en la infancia, y su diagnóstico resulta especialmente complejo. De hecho, entre un 70% y un 80% de los casos atendidos por sospecha de ictus en niños son en realidad ictus mimics, afecciones no vasculares que cursan con un déficit neurológico agudo, -como migrañas hemipléjicas o crisis epilépticas- que imitan los síntomas de un ictus real, y que pueden retrasar el tratamiento adecuado porque pueden confundirse ambos fenómenos.