Manchas en la piel del rostro - QUIRONSALUD
MADRID, 24 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las manchas oscuras en la piel de la frente y las mejillas son muy habituales y, aunque no suelen representar un problema de salud, sí que pueden afectar al aspecto de la piel y generar inquietud.
Pese a que todas estas manchas son similares, hay dos tipos que hay que saber diferenciar para su abordaje apropiado, advierte el doctor Victoriano Morales, jefe asociado de Dermatologia de Olympia Centro Médico Pozuelo y especialista en dermatología estética.
"La primera etapa en la consulta dermatológica es diagnosticar qué tipo de pigmentación tiene cada persona; es decir, cuál es la causa de las manchas --explica--. Por un lado, se encuentran los léntigos solares que son manchas más definidas, redondeadas, generalmente asociadas a la exposición solar y al envejecimiento que se sitúan en las capas más superficiales de la piel".
"Por otro lado, se encuentra el melasma que es una pigmentación de la piel más profunda, sensible a factores internos (cambios hormonales), o externos (uso de algunos fármacos o productos cosméticos fotosensibilizantes) --prosigue--. Diferenciar la causa de las manchas es fundamental porque según su origen la respuesta a los tratamientos es diferente".
Según relata el experto, dentro de las herramientas disponibles para tratar léntigos destaca el láser Picosure Pro, considerado uno de los sistemas más avanzados para el tratamiento de las manchas relacionadas con la edad.
"Este dispositivo emite pulsos láser ultracortos que logran fragmentar el pigmento de la piel en partículas diminutas, facilitando que esta lo procese de forma gradual. Este tratamiento selectivo permite actuar sólo sobre la mancha sin afectar en exceso a las estructuras vecinas, lo que se traduce en una piel de aspecto más uniforme y luminosa", detalla el doctor Morales.
Ante el diagnóstico de melasma, la pigmentación es más compleja y requiere un tratamiento combinado en el que "el láser Picosure Pro tiene un papel, pero como apoyo dentro de un plan combinado que consta por una parte de fármacos despigmentantes que ayudan a regular la producción de melanina, unido a los cuidados diarios que favorezcan la estabilidad del pigmento".
HÁBITOS PREVENTIVOS
El cualquier caso, el doctor recuerda que, más allá de las herramientas tanto tecnológicas como farmacológicas que los dermatólogos poseen para eliminar las manchas de la piel, es fundamental mantener unos hábitos de vida que favorezcan a la piel.
"Es necesaria una fotoprotección constante en el día a día con un nivel de protección elevada frente a rayos ultravioleta. Esta protección no sólo debe realizarse en verano y es imprescindible si realizamos actividades al aire libre como hacer deporte, pasear, o ir a la montaña, para que las manchas no se reactiven", advierte.
Además, apunta otras recomendaciones de estilo de vida como un ejercicio físico regular que "favorece la microcirculación de la piel y contribuye a su equilibrio, unida a una dieta mediterránea rica en antioxidantes que aporta nutrientes que ayudan a la piel a enfrentarse al estrés ambiental".
En opinión del experto, "estos hábitos de vida no sustituyen a los tratamientos médicos, pero sí refuerzan y prolongan los beneficios obtenidos en la consulta. Gracias a la combinación de un diagnóstico preciso, tecnología de última generación, los tratamientos despigmentantes y un estilo de vida saludable, es posible manejar con mayor eficacia muchos tipos de manchas y lograr una piel con un tono más uniforme y equilibrado".