La heparina, el anticoagulante más utilizado en el mundo, se utiliza durante procedimientos que van desde la diálisis renal hasta la cirugía a corazón abierto. Actualmente, la heparina se deriva de los intestinos de los cerdos, pero científicos del Instituto Politécnico Rensselaer (RPI) de Estados Unidos han descubierto cómo producirla en el laboratorio. También han desarrollado un camino hacia un proceso de biofabricación que potencialmente podría revolucionar la forma en que el mundo obtiene el suministro de este medicamento crucial.