MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) - Una prueba de influenza basada en el sabor podría, algún día, hacer que cambiemos los hisopos nasales por chicle, para detectar la gripe, según avanza un trabajo de la Universidad de Würzburg (Alemania). En concreto, los investigadores han diseñado un nuevo sensor molecular que libera un sabor a tomillo al entrar en contacto con el virus de la gripe. Los investigadores informan en un trabajo en 'ACS Central Science' que planean incorporar este tipo de sensor de baja tecnología en chicles o pastillas para aumentar las pruebas de detección en casa y, potencialmente, prevenir la transmisión presintomática de la enfermedad.