La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) han destacado el potencial transformador que tiene la inteligencia artificial (IA) para la medicina tradicional y han instado a desarrollar marcos normativos que regulen su aplicación y respeten la diversidad cultural de pueblos indígenas y comunidades locales.