MADRID, (EUROPA PRESS)
La experiencias extracorporales, en las que las personas que las viven se sienten como si abandonaran su cuerpo y lo observaran desde fuera, son una circunstancia desconcertante y compleja que ahora parece haber encontrado una explicación científica y médica.
Estas experiencias pueden ser un mecanismo de afrontamiento desencadenado por un trauma u otro tipo de estrés abrumador, según sugiere una nueva investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia (Estados Unidos).
Esta idea cuestiona la creencia generalizada de que las experiencias extracorporales (EEC) son únicamente un síntoma de enfermedad mental. Basándose en los datos de más de 500 personas, los investigadores, entre los que se encuentra la doctora Marina Weiler, de la UVA Health, defienden una perspectiva más matizada: que las EEC pueden representar un problema subyacente que podría ser un mejor objetivo de tratamiento que las propias experiencias extracorpóreas.
"Muchas personas creen que tener EEC significa que les pasa algo, por lo que a menudo se lo guardan para sí mismas por miedo a ser juzgadas o consideradas enfermas mentales. Por desgracia, muchos profesionales de la salud mental siguen viendo estas experiencias del mismo modo", afirma Weiler, neurocientífico de la División de Estudios Perceptivos de la UVA.
"En este trabajo descubrimos que los individuos que han tenido EEC tienden a informar de una peor salud mental en comparación con los que no las han tenido --reconoce--. Sin embargo, nuestros hallazgos también sugieren que las EEC pueden funcionar como un mecanismo de afrontamiento en respuesta a traumas pasados, en lugar de servir como causa de enfermedad mental. Animamos a los profesionales de la salud mental a reconsiderar la forma en que interpretan estas experiencias y a abordarlas con mayor apertura y sensibilidad".
Los investigadores, que publican su trabajo en la revista 'Personality and Individual Differences', señalan que muchas personas que relatan EEC las consideran realmente beneficiosas: Según un estudio, el 55% de los participantes afirmaron que su vida había cambiado y el 71% consideraron que la EEC les había aportado un beneficio duradero. Un 40% lo describió como lo mejor que le había pasado nunca.
Además, muchas personas que han vivido la experiencia tienen menos miedo a la muerte, afirman tener más paz interior y se muestran más abiertas a nuevas ideas sobre la naturaleza de la existencia.