MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) - Muchas mujeres embarazadas sufren alergias, asma o reacciones a medicamentos, afecciones que pueden afectar tanto a la madre como al bebé si no se controlan adecuadamente y, pese a ello, existe cierta reticencia entre los obstetras a derivar a sus pacientes embarazadas a alergólogos, incluso cuando dicha derivación podría mejorar la atención, según investigadoras de la Virginia Mason Franciscan Health (Estados Unidos).