El ébola y el Marburgo se encuentran entre los virus más mortíferos, con tasas de mortalidad por estas infecciones que oscilan entre el 25 y el 90 por ciento. Aunque en la actualidad no hay ningún fármaco disponible en el mercado para prevenir la infección por estos virus (pertenecen a una categoría de virus llamados filovirus, que se sabe que causan fiebre hemorrágica), investigadores han identificado algunas pequeñas moléculas de fármacos que pueden impedir que los filovirus infecten las células ocupando un único sitio en una glicoproteína del virus.