MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) - El humo del tabaco, ya sea en forma de tabaquismo activo, pasivo o a través de cigarrillos electrónicos, "actúa como un irritante directo que inflama las vías respiratorias, debilitando su rol de barrera de defensa mecánica y celular natural de nuestro organismo, lo que no solo empeora los síntomas de las alergias, sino que puede hacer que los tratamientos sean menos efectivos", señala la especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España, Daniela Silva.