MADRID, 5 Oct. (EDIZIONES) - Hasta un 60% de la microbiota intestinal puede modificarse con la alimentación. Una dieta rica en frutas, en verduras, en cereales integrales, en frutos secos, o en aceite de oliva favorece una microbiota más diversa y saludable, capaz de influir en la inmunidad, en el metabolismo, e incluso en el bienestar emocional. Por el contrario, los ultraprocesados y el exceso de azúcar y de sal alteran ese equilibrio, y se asocian a más de 300 enfermedades distintas.