Las diferencias biológicas de sexo y de género hacen que las mujeres enfermen de forma diferente a los hombres, con distinta intensidad, síntomas y pronóstico ante una misma patología, por lo que su abordaje debe de ser diferente, sobre todo en problemas comla drogodependencia, las patologías cardiovasculares o el cáncer, teniendo en cuenta sus diferentes factores de riesgo desde las consultas de Atención Primaria.