MADRID, 5 Ene. (EUROPA PRESS) - Un estudio diseñado para comprender mejor las muertes súbitas e inesperadas de niños pequeños, que suelen producirse durante el sueño, ha identificado como posible causa las crisis epilépticas breves, acompañadas de convulsiones musculares. Los expertos calculan que más de 3.000 familias pierden cada año en Estados Unidos un bebé o un niño pequeño de forma inesperada y sin explicación. La mayoría son lactantes en lo que se denomina síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), pero 400 casos o más corresponden a niños de 1 año o más, en lo que se denomina muerte súbita inexplicada en niños (MSIE). Más de la mitad de estos niños son de corta edad.