MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un ensayo clínico codirigido por investigadores del Hospital Monte Sinaí de Nueva York (EE.UU.) es el primero que demuestra que el uso de quimioterapia con inmunoterapia mejora la supervivencia de los pacientes con un tipo avanzado de cáncer de vejiga.
Los resultados se han publicado simultáneamente en 'The New England Journal of Medicine' y en la reunión anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica. El ensayo aleatorizado de fase 3, denominado 'CheckMate 901', mostró una mejora significativa de los resultados en los pacientes que recibieron la inmunoterapia nivolumab con una combinación de las quimioterapias gemcitabina y cisplatino, en comparación con los que recibieron la combinación de quimioterapia sola.
El número de pacientes sin indicios de enfermedad tras el tratamiento fue casi el doble en el grupo que recibió quimioterapia con nivolumab, un anticuerpo monoclonal inhibidor del punto de control inmunitario que aprovecha el sistema inmunitario para combatir el cáncer.
"Hasta ahora, ningún nuevo fármaco añadido a la quimioterapia de primera línea basada en cisplatino había mejorado la supervivencia global del carcinoma urotelial metastásico", ha afirmado el codirector del Centro de Excelencia para el Cáncer de Vejiga del Instituto Oncológico Tisch, Matthew Galsky, que forma parte del Centro Oncológico Tisch de Monte Sinai, y es el autor principal de la publicación.
"Estos resultados apoyan nivolumab más quimioterapia basada en cisplatino como un nuevo enfoque estándar para el tratamiento del cáncer urotelial metastásico", ha añadido el investigador.
Un total de 608 pacientes participaron en este ensayo. Tanto la supervivencia global como la supervivencia sin progresión fueron superiores en los pacientes que recibieron el régimen de inmunoterapia-quimioterapia después de casi tres años.
En este sentido, destaca que la mediana de la duración de la respuesta completa en esos pacientes fue de 37,1 meses, frente a los 13,2 meses de los pacientes que sólo recibieron quimioterapia.
Este ensayo fue financiado por Bristol Myers Squibb en colaboración con Ono Pharmaceutical Company. El ensayo fue una colaboración internacional entre varias instituciones.