MADRID, 6 May. (EDIZIONES) - Probablemente nunca has sido consciente de tu esófago hasta que has tragado algo demasiado grande y has tenido dificultades, o bien algo demasiado caliente, o por el contrario frío. También cuando algo va mal y no puedes tragar sueles notarlo. Se trata de un tubo encargado de llevar la comida y los líquidos desde la boca hasta el estómago. Tiene una forma de tubo, más o menos recto, y recorre el centro del tórax, entre ambos pulmones, y por detrás del corazón. Mide unos 25 centímetros, según asegura la Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD).