MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) - Estar físicamente activo y elevar el ritmo cardíaco tiene el maravilloso efecto secundario de mejorar la capacidad de aprender y recordar los aprendido al aumentar la capacidad del cerebro para recordar, señalan investigadores del Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deportes de la Universidad de Investigadores Copenhague (Dinamarca), quienes han observado que este efecto también se aplica a la formación de la memoria motora, que permite recordar y realizar tareas como montar en bicicleta, conducir un automóvil y atarse los zapatos.