MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) - La terapia CAR-T puede ser un desafío para los pacientes y los cuidadores, quienes pueden tener que tomarse un tiempo libre del trabajo y buscar alojamiento temporal lejos de casa. La terapia CAR-T conlleva efectos secundarios únicos y potencialmente graves, como el síndrome de liberación de citocinas (SLC), que se caracteriza por fiebre, presión arterial baja y/o niveles bajos de oxígeno, y daño al cerebro (neurotoxicidad). Los pacientes requieren una vigilancia estrecha y, a menudo, son hospitalizados para observación después del tratamiento y se les recomienda que permanezcan a una hora del hospital donde recibieron el tratamiento.