¿Es segura y eficaz la terapia CAR-T como tratamiento ambulatorio?

Archivo - Las células T trabajan para combatir el cáncer, la inmunoterapia, la terapia con células T car.
Archivo - Las células T trabajan para combatir el cáncer, la inmunoterapia, la terapia con células T car. - ISTOCK/ DESIGN CELLS - Archivo
Publicado: miércoles, 2 octubre 2024 8:04

MADRID 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

La terapia CAR-T puede ser un desafío para los pacientes y los cuidadores, quienes pueden tener que tomarse un tiempo libre del trabajo y buscar alojamiento temporal lejos de casa. La terapia CAR-T conlleva efectos secundarios únicos y potencialmente graves, como el síndrome de liberación de citocinas (SLC), que se caracteriza por fiebre, presión arterial baja y/o niveles bajos de oxígeno, y daño al cerebro (neurotoxicidad). Los pacientes requieren una vigilancia estrecha y, a menudo, son hospitalizados para observación después del tratamiento y se les recomienda que permanezcan a una hora del hospital donde recibieron el tratamiento.

En el estudio prospectivo más grande hasta la fecha que examina el uso de la terapia con receptor de antígeno quimérico (CAR)-T en un entorno comunitario de forma ambulatoria, los pacientes con linfoma de células B grandes (LBCL) recidivante o refractario respondieron bien al tratamiento con pocos efectos secundarios graves, según los resultados publicados en 'Blood Advances' por investigadores del Miami Cancer Institute (Estados Unidos).

Según la doctora Yuliya Linhares, jefa del servicio de linfoma del Miami Cancer Institute y autora del estudio, uno de los mayores obstáculos que ha enfrentado la terapia CAR-T ha sido el acceso de los pacientes. "Trasladar a los pacientes a un nuevo sistema de salud puede causar dolores de cabeza a la hora de obtener las aprobaciones de las compañías de seguros, concertar citas y garantizar la continuidad de la atención", apunta.

En el estudio OUTREACH, la doctora Linhares y sus colegas evaluaron la viabilidad de administrar la terapia CAR-T de forma ambulatoria para mitigar las barreras de acceso. El estudio incluyó a 82 pacientes con linfoma de células grandes de células B en recaída o refractario que eran elegibles para recibir lisocabtagene maraleucel (liso-cel), uno de los varios productos de células CAR-T aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU., que habían recibido dos o más líneas de tratamiento anteriores. Se seleccionó Liso-cel en función de su riesgo relativamente menor de efectos secundarios graves.

Liso-cel es uno de los varios productos de células T con CAR aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos y fue seleccionado para el estudio debido a su riesgo relativamente menor de efectos secundarios graves. Los resultados mostraron que la eficacia del tratamiento estaba en línea con los ensayos previos de liso-cel, ya que el 80 % de los pacientes experimentaron una respuesta objetiva al tratamiento, lo que significa que el cáncer se redujo significativamente o se erradicó, y el 54 % experimentó una respuesta completa, lo que significa que no se encontró cáncer residual.

"Estamos emocionados de ver que esta terapia se ofrece a una gama más amplia de pacientes", exclama Linhares. "Tradicionalmente, las células CAR-T han sido administradas por equipos de expertos en centros médicos universitarios, lo que, por supuesto, limita el acceso a esta terapia tan necesaria. Cuanto más tiempo tengan que esperar los pacientes para la administración de CAR-T, peores serán los resultados. Es importante demostrar que esta terapia se puede administrar de manera segura no solo en centros médicos universitarios, sino también en centros médicos comunitarios, y que se puede administrar no solo en un entorno hospitalario sino también en un entorno ambulatorio".

Casi tres cuartas partes de los centros que participaron en el estudio no habían tratado previamente a pacientes con terapia CAR-T. Del 70% de los participantes del estudio que recibieron el tratamiento de forma ambulatoria, una cuarta parte nunca requirió hospitalización. Entre los pacientes hospitalizados durante su tratamiento, la duración media de la estancia hospitalaria fue de seis días para los tratados de forma ambulatoria y de 15 días para los que recibieron sus células CAR-T como pacientes hospitalizados.

Aproximadamente la mitad de los participantes experimentaron un síndrome de rinosinusitis crónica de grado bajo, pero ningún paciente experimentó episodios de rinosinusitis crónica de grado tres o superior. Las tasas de eventos de neurotoxicidad e infecciones fueron bajas y concordantes con las observadas en ensayos anteriores, lo que indica que ni el tratamiento ambulatorio ni el entorno hospitalario comunitario implicaron un aumento del riesgo.

"Animo a que tantos centros como sea posible trabajen en la creación de programas de células CAR-T", sentecia la doctora Linhares. Matiza que la implementación exitosa del tratamiento con células CAR-T requiere un esfuerzo de equipo con un alto nivel de coordinación entre médicos, enfermeras y asistentes médicos; procedimientos operativos estándar bien delineados; etiquetado apropiado en el sistema de registros médicos electrónicos; y capacitación del personal en varios departamentos del hospital para garantizar que cualquier complicación se detecte y se aborde rápidamente. En el futuro, sugirió que más investigaciones podrían aclarar los criterios adecuados para determinar qué pacientes son más adecuados para el tratamiento ambulatorio frente al tratamiento hospitalario.

El estudio tuvo algunas limitaciones, entre ellas, que la carga tumoral podría haber sido mayor en los pacientes tratados en régimen de internación y que las evaluaciones de respuesta fueron realizadas únicamente por un investigador, no con la participación de un comité de revisión interno. Además, el estudio no fue diseñado con el objetivo principal de respaldar las comparaciones entre pacientes hospitalizados y ambulatorios.