MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) - Cardiólogos del hospital Catharina de Eindhoven, en Países Bajos, han descubierto que enfriar parte del corazón antes y después de una angioplastia puede limitar el daño provocado por un infarto agudo de miocardio. Este procedimiento, que ha sido codesarrollado por el cardiólogo Luuk Otterspoor y la compañía LifeTec Group, una 'spin off' de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, ya ha sido probado con éxito en 10 pacientes para comprobar su seguridad, y los autores lo comparan con el enfriamiento de las articulaciones tras un golpe, con el objetivo de rebajar la inflamación.