MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) - Un grupo de investigadores europeos ha demostrado que la exposición a olores humanos, extraídos del sudor de otras personas, podría utilizarse para potenciar el tratamiento de algunos problemas de salud mental, como la ansiedad. En este estudio preliminar, los investigadores pudieron demostrar que la ansiedad social se reducía cuando los pacientes se sometían a una terapia de atención plena mientras estaban expuestos a "quimio-señales" humanas, o lo que comúnmente denominamos olor corporal, obtenidas del sudor axilar de voluntarios.