MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) - Con la llegada del verano, las comidas fuera de casa, los excesos calóricos, el consumo de alcohol o los productos azucarados pueden terminar produciendo problemas gastrointestinales como estreñimiento, diarrea, acidez, reflujo gastroesofágico o indigestiones. Para prevenirlos, el médico de Cinfa, Julio Maset, ha asegurado que "los alimentos ricos en fibra y las frutas y verduras no deben desaparecer de la dieta, sin renunciar por ello a disfrutar de la gastronomía local".