MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) - Un estudio con la participación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha demostrado que el Homo erectus podía adaptarse hace ya un millón de años a diferentes nichos ecológicos, incluyendo ambientes desérticos extremadamente áridos, sin cobertura vegetal y con episodios recurrentes de incendios naturales. Hasta ahora, se habría atribuido esta capacidad exclusivamente a especies más recientes, como el Homo sapiens.