Generalmente, el diagnóstico se basa en la evaluación médica, según apunta este experto de la SEOM, con una exploración ginecológica, y con la realización de un TAC toraco-abdomino-pélvico. "En ocasiones, también se hace uso de una laparoscopia exploradora para toma de muestra (biopsia). Si no se realiza laparoscopia para toma de muestra es imprescindible tomar una biopsia que confirme el diagnóstico, siempre que sea posible. Otras veces se miden los marcadores tumorales en sangre, pero estos nunca son diagnósticos, sólo orientan", subraya.