MADRID 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
Lundbeck y el Instituto Lieber, junto con otras empresas, han establecido un acuerdo de colaboración, lo que le permitirá a Lundbeck investigar y dar pasos "decisivos" hacia un nuevo y mejor tratamiento de la esquizofrenia, una enfermedad cerebral considerada como "debilitante y crónica".
El vicepresidente de investigación de Lundbeck, Kim Andersen, ha declarado que les hace "mucha ilusión" participar en el proyecto, dado que tendrán la oportunidad por primera vez de "estudiar el impacto que tienen los genes en el desarrollo del tejido cerebral humano en las partes del cerebro relacionadas con la esquizofrenia".
"Esto nos ayudará a comprender mejor qué funciona mal en el cerebro enfermo y, así, mejorar nuestras posibilidades de desarrollo de nuevos fármacos", ha añadido Andersen.
De este modo, ambas partes han señalado que los investigadores que estén involucrados en el proyecto estarán encargados de identificar los procesos biológicos y genéticos que controlan el desarrollo de un cerebro sano y cómo estos procesos dejan de funcionar adecuadamente en los trastornos cerebrales. Así, el objetivo es progresar más rápidamente en cuanto a entender cómo se desarrollan los trastornos cerebrales y cómo se pueden tratar de manera más eficaz.
En este sentido, el médico, director y CEO del Instituto Lieber, Daniel Weinberger, ha apuntado que esta colaboración con el sector privado tiene el objetivo de "acelerar los descubrimientos que pueden mejorar la vida de las personas que sufren de enfermedades del cerebro".
"Este consorcio supone una iniciativa audaz, con potencial para conseguir una amplia relevancia en todo el espectro de enfermedades del cerebro humano. Al haber reunido a distintos científicos de diferentes sectores, hemos creado un nuevo modelo de investigación cooperativa, diseñado para lograr objetivos ambiciosos de una manera eficaz y muy especializada", ha dicho.
Además de Lundbeck, el proyecto también cuenta con la participación de otras empresas farmacéuticas como Astellas, Pfizer, Roche y Eli Lilly, cuyos investigadores colaborarán abiertamente con los del Instituto Lieber en el avance de las ciencias del cerebro --aunque normalmente son competencia-- para una vez se finaliza el proyecto de investigación, competir de nuevo en el desarrollo de nuevos medicamentos.