BRUSELAS, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha asegurado este jueves que no hará pública información sensible sobre los contratos que está firmando con compañías farmacéuticas para la compra de sus vacunas contra la Covid-19 bajo el pretexto de que la confidencialidad es una característica básica de estos acuerdos y que hacerlo debilitaría su posición en las negociaciones.
La comisaria de Salud, Stella Kyriakides, lo ha asegurado en un debate ante el pleno de Parlamento Europeo, en el que ha explicado que Bruselas "tiene impedido legalmente" dar a conocer los detalles de los acuerdos a pesar de que reconoce "totalmente" la importancia que tiene la transparencia en el proceso".
"Las cláusulas de no divulgación son una característica estándar de los acuerdos que los desarrolladores de vacunas cierran con otros países. Es necesario para proteger unas negociaciones que son sensibles e información de empresas como datos financieros o planes de desarrollo y producción", ha señalado.
"Las compañías exigen que esta información sensible sea confidencial entre los firmantes del contrato. La Comisión no puede decidir unilateralmente sin el consentimiento de todas las partes involucradas", ha añadido la chipriota.
Kyriakides también ha subrayado que no desvelar la información de los contratos también protege la posición de Bruselas en estas conversaciones. "No queremos debilitar la posición de la Comisión en las negociaciones", ha dicho.
En su discurso de cierre, la titular de Salud del Ejecutivo comunitario ha afirmado que está dispuesta a "explorar" opciones para que "dentro de las restricciones contractuales" se pueda dar información a un grupo cerrado de eurodiputados sobre "cuestiones específicas" de los contratos y siempre que las negociaciones hayan concluido.
Hasta la fecha, el Ejecutivo comunitario ha firmado ya tres contratos (con AstraZeneca, Sanofi/GSK y Johnson & Johnson), está "a punto" de firmar un cuarto con Pfizer y BioNTech, ha pactado acuerdos preliminares con CureVac y Moderna y mantiene "conversaciones exploratorias" con otras firmas.
Las palabras de Kyriakides han tenido lugar en el marco de un debate en la Eurocámara precisamente sobre la transparencia en el proceso de compra conjunta de vacunas que estos últimos meses ha puesto en marcha la Comisión Europea de la mano de los Estados miembros. Las mayores críticas a la política de transparencia han llegado de socialdemócratas, verdes e izquierda.
Los Socialistas y Demócratas (S&D) han defendido que estas compras sean "totalmente transparentes" y se dé a conocer el coste de producción de las vacunas, el precio, el lugar de producción o la responsabilidad ante posibles efectos secundarios. "Todo esto es absolutamente fundamental", ha expresado la eurodiputada Jytte Guteland.
Para la eurodiputada ecologista Tilly Metz, la política de confidencialidad hace peligrar la cooperación entre Comisión y Eurocámara, cuyo derecho a la información "se está vulnerando". "Pongan remedio cuanto antes y hagan públicos los contratos con la industria. Tenemos que ser ejemplares en la gestión de esta crisis y necesitamos transparencia", ha reivindicado.
También ha sido muy exigente el representante de Izquierda Unitaria Europea (GUE), Marc Botenga, quien ha señalado que "es hora de empezar a rendir cuentas ante los ciudadanos" y ha instado a Bruselas a "dejar de proteger a las grandes farmacéuticas" y a publicar los contratos "ya".
La eurodiputada del grupo de ultraderecha Identidad y Democracia Jolle Mélin ha criticado también la "poca claridad" sobre los términos de los contratos o los "efectos secundarios" de las vacunas.