MADRID, 4 Ago. (EDIZIONES) -
Los golpes de calor se caracterizan por una elevación de la temperatura corporal central por encima de los 40°C, acompañada de alteraciones neurológicas (confusión, delirio, convulsiones, o coma), y suele presentarse tras exposición a calor extremo o ejercicio intenso.
¿Qué relación guardan entonces los golpes de calor con los dolores musculares? El doctor Alberto Kramer Ramos, coordinador Grupo de Trabajo Urgencias de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), subraya que la presencia de calambres musculares simples, o de dolor muscular inducidos por calor, son típicos en el agotamiento por calor, que es una fase previa al golpe del calor, donde ya existe una disfunción del sistema nervioso central, así como una temperatura corporal elevada (superior a los 40 grados centígrados).
“En cambio, los dolores musculares (mialgias) son un signo prematuro de deshidratación (pérdida excesiva de minerales y líquidos), en relación al agotamiento por calor (fase previa al golpe de calor), pero no se acompañan de fiebre alta, ni alteraciones del estado mental. Los calambres por calor son espasmos musculares dolorosos, pero sin disfunción neurológica, ni hipertermia severa; típicos del golpe de calor”, aclara en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus.
POR QUÉ EL CALOR EXTREMO PUEDE AFECTAR A NUESTROS MÚSCULOS
Tal y como prosigue, todo esto se debe al fenómeno de ‘rabdomiólisis’ o destrucción de fibras musculares con liberación de su contenido al plasma: “El aumento de la temperatura provoca la fuga de calcio intracelular, daño mitocondrial, y la fragmentación de miofilamentos; lo que lleva a debilidad muscular, dolor y, en casos graves, insuficiencia renal aguda. Además, la deshidratación y el desequilibrio electrolítico (sodio, potasio) favorecen la aparición de calambres y de lesiones musculares”.
Sostiene, en resumen, que el golpe de calor se diferencia de los dolores musculares por la presencia de hipertermia y de alteraciones neurológicas; mientras que el daño muscular en el contexto de calor extremo puede ser grave y sistémico, requiriendo atención médica urgente.
SABER SI LOS DOLORES MUSCULARES SE RELACIONAN CON EL CALOR
¿Cómo saber si mis dolores musculares pueden deberse a un golpe de calor? Este portavoz de SEMERGEN indica que todo dependerá de qué actividad física se realizó, cuándo se desempeñó la misma, así como su intensidad, pero también del tipo de dolor.
“Los calambres musculares por calor se presentan como espasmos musculares dolorosos, localizados en grandes grupos musculares (piernas, abdomen, brazos), durante o después de la actividad física en ambientes calurosos. Suelen asociarse a sudoración excesiva y a pérdida de electrolitos; pero no hay fiebre significativa, ni alteraciones del estado mental. ¿Has tenido estos síntomas? Cuidado porque estos calambres mejoran con reposo, hidratación, y reposición de sales orales”, asevera el doctor Kramer.
Por otro lado, mantiene que el dolor muscular de aparición tardía (DOMS), las mal llamadas ‘agujetas’, aparecen típicamente 24-72 horas después de haber realizado ejercicio de intensidad no habitual, sin relación directa con la exposición al calor, ni síntomas sistémicos. “El dolor es difuso, no espasmódico, y no se asocia a alteraciones neurológicas”, aprecia el coordinador Grupo de Trabajo Urgencias de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.
Eso sí, pide tener en cuenta que, a veces, las causas de los calambres pueden ser difíciles de distinguir, pero la relación temporal con el calor y la sudoración son claves: “En la literatura, también se definen las mialgias inespecíficas o por deshidratación leve como ‘dolor muscular generalizado, sin espasmos, en el contexto de actividad física y leve deshidratación, pero sin criterios de enfermedad por calor’”.
MAYOR RIESGO DE SUFRIR COMPLICACIONES
Con todo ello, remarca este especialista que los individuos con mayor riesgo de desarrollar complicaciones musculares como calambres por calor, dolor muscular o rabdomiólisis durante una ola de calor, son principalmente los adultos mayores, los niños, las personas con enfermedades crónicas (cardiovasculares, renales, diabetes).
Hace referencia igualmente a quienes toman medicamentos que alteran la termorregulación (diuréticos, betabloqueadores, anticolinérgicos, antidepresivos, antihistamínicos), a personas con bajo nivel de aclimatación al calor, con obesidad, con bajo nivel de condición física, y quienes realizan actividad física intensa en ambientes calurosos, como trabajadores al aire libre o atletas, aunque lo más común son novatos, expuestos a la actividad física intensa en las horas centrales del día (12.00-16.00 horas) en verano.
“¿Por qué suelen suceder estos eventos? Principalmente por la sudoración profusa, la deshidratación, la pérdida de electrolitos, la falta de aclimatación, el uso de ropa inadecuada, y la presencia de factores de riesgo mencionados previamente”, incide el doctor Kramer.
En concreto, pide especial atención si la aparición de orina oscura, de debilidad muscular generalizada, o de síntomas sistémicos (confusión, fiebre alta) sugiere complicaciones graves como rabdomiólisis o golpe de calor.