MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Clínica Mayo (Estados Unidos) están examinando de cerca los raros casos de inflamación del músculo cardíaco, o miocarditis, en hombres jóvenes que desarrollaron síntomas poco después de recibir la segunda dosis de las vacunas contra la COVID-19 de ARN mensajero de Moderna o Pfizer.
Varios estudios recientes sugieren que los profesionales sanitarios deben estar atentos a la miocarditis por hipersensibilidad como una reacción adversa poco frecuente a la vacunación. Sin embargo, los investigadores subrayan que esta conciencia no debe disminuir la confianza general en la vacunación durante la actual pandemia.
Aunque los informes de miocarditis posvacunal en algunas zonas son más elevados que los de referencia, el riesgo inminente y mayor de daño cardíaco y muerte sigue siendo el de infectarse con COVID-19. Hasta el 60 por ciento de las personas gravemente enfermas por COVID-19 experimentan lesiones en el corazón, y casi el 1 por ciento de los atletas en forma que tuvieron una infección leve por COVID-19 muestran miocarditis en una resonancia magnética.
Una serie de casos en retrospectiva publicados en la revista 'JAMA Cardiology' estudió a 23 hombres del ejército estadounidense que fueron hospitalizados con síntomas de miocarditis en los cuatro días siguientes a la recepción de la segunda dosis de una vacuna de ARN mensajero de COVID-19.
Tres de los pacientes se habían infectado previamente con COVID-19, y sus síntomas comenzaron después de la primera dosis de la vacuna. Los casos se produjeron entre enero y abril. Dieciséis habían recibido la vacuna de Moderna y siete la de Pfizer. Para el contexto, es importante señalar que los militares administraron más de 2,8 millones de dosis de vacunas de ARN mensajero durante ese tiempo.
Los 23 pacientes militares tenían síntomas de dolor torácico severo y niveles de troponina cardíaca significativamente elevados, que es un marcador de proteínas utilizado para medir el daño cardíaco. Todos los pacientes se recuperaron rápidamente, lo que, combinado con el momento y los síntomas, apoya el diagnóstico de miocarditis por hipersensibilidad. Este tipo inusual de miocarditis suele estar relacionado con una alergia a medicamentos, pero se ha investigado en relación con la vacuna de la viruela.
"La miocarditis por hipersensibilidad tras la vacunación es poco frecuente, a excepción de la vacuna contra la viruela. El riesgo de miocarditis tras recibir la vacuna de ARNm es mucho menor que el riesgo de miocarditis tras la infección real por COVID-19", afirma el doctor Leslie Cooper, jefe del Departamento de Cardiología de la Clínica Mayo de Florida y autor principal del estudio, que se llevó a cabo con centros médicos militares estadounidenses.
Otro estudio observacional de casos registró los detalles de ocho hombres de entre 21 y 56 años de edad que fueron hospitalizados con dolor en el pecho y a los que se les diagnosticó miocarditis mediante laboratorio y resonancia magnética cardíaca. Los pacientes desarrollaron los síntomas, comenzando con fiebre, entre dos y cuatro días después de recibir la segunda dosis de la vacuna COVID-19.
Un paciente que se había recuperado previamente de la COVID-19 tuvo síntomas después de la primera dosis. Los ocho pacientes del estudio se recuperaron de los efectos de la miocarditis y dejaron de tener dolor en el pecho. Los resultados, de los que es coautor el doctor Cooper junto con investigadores de la Clínica Mayo y otras instituciones médicas de Estados Unidos e Italia, se han publicado en la revista 'Circulation'.
"Las personas de todas las edades deberían optar por vacunarse contra la COVID-19 porque los riesgos son extremadamente bajos en comparación con los beneficios. Además, el creciente conjunto de investigaciones demuestra que la miocarditis asociada a la vacuna se resuelve rápidamente en casi todos los casos", concluye Cooper.