Electrolitos: qué son, para qué sirven y cómo reponerlos...no se trata de beber mucha agua

Archivo - Mujer bebiendo agua con calor extremo
Archivo - Mujer bebiendo agua con calor extremo - KIEFERPIX/ ISTOCK - Archivo
Actualizado: miércoles, 13 agosto 2025 17:43

   MADRID, 13 Ago. (EDIZIONES) -

    Beber agua es vital, pero no siempre es suficiente. En verano, cuando las temperaturas suben y sudamos más de lo habitual -sobre todo al hacer ejercicio-, podemos perder algo más que líquido: perdemos electrolitos. Se trata de unos minerales esenciales que regulan funciones clave como la hidratación celular, la actividad muscular, o el ritmo cardíaco.

   Su desequilibrio puede provocar desde calambres y fatiga hasta confusión mental o incluso complicaciones graves. ¿Sabías que una hidratación mal gestionada puede ser tan peligrosa como no beber? Te explicamos de forma clara y con ayuda del presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED) Miguel del Valle Soto qué son los electrolitos, por qué son tan importantes, y cómo reponerlos correctamente.

    Según detalla, se trata de minerales que llevan una carga eléctrica positiva o negativa, y que están presentes en las células, en la sangre, y en otros líquidos corporales. "Son esenciales para el funcionamiento básico de la vida, se encargan de mantener el equilibrio hidroelectrolítico, el pH sanguíneo, la termorregulación, y el funcionamiento del corazón, así como de músculos y de nervios. Colaboran en la hidratación del organismo y provienen de los alimentos y de los líquidos", apunta este experto a preguntas de Europa Press Salud Infosalus.

PRINCIPALES SEÑALES DE ALARMA

   Así, sostiene que la pérdida de electrolitos puede afectar al rendimiento deportivo y a la función corporal general. "Entre las señales de alarma a buscar ante un desequilibrio electrolítico hay que considerar los calambres, la debilidad muscular, la fatiga, las náuseas, los vómitos, las arritmias, o la confusión", detalla este experto.

   Igualmente, mantiene este catedrático de la Universidad de Oviedo que las poblaciones más vulnerables a la hora de perder electrolitos a través del sudor son los ancianos, los niños, y las personas con enfermedades crónicas y/o en tratamiento; colectivos en lo que, obviamente, habrá que prestar más atención en los días más calurosos del año, y también sobre su hidratación.

   PRINCIPALES ELECTROLITOS

   En concreto, cita que los electrolitos más importantes son: el sodio (Na +), y el potasio (K+) y sus pérdidas son las que más alteraciones pueden provocar por la sudoración: "El de mayor concentración en el líquido extracelular es el sodio, mientras que el potasio es el electrolito de mayor concentración del líquido intracelular. El sodio y el potasio controlan la cantidad de agua corporal y su distribución entre el medio intra y extracelular. También intervienen en la activación de los sistemas enzimáticos y en excitabilidad neuromuscular".

   Pero añade el presidente de SEMED que entre los electrolitos también se encontrarían otros minerales esenciales como el magnesio (Mg ++), cloro (Cl -), calcio (Ca ++), fosforo (P), y bicarbonato (HCO3-), pero no se suelen afectar tanto con la sudoración.

QUÉ HACER SI SUDAMOS MUCHO

   Con ello, y en el contexto de estos días de verano en los que sudamos más, destaca el doctor Del Valle que, si encima hacemos deporte, la tasa de sudoración también aumenta provocando una pérdida de agua corporal y de electrolitos mayor.

   "La reposición de agua y de electrolitos debe realizarse, principalmente, a través de agua, o en ciertos casos por medio de bebidas deportivas u otras bebidas específicas, para evitar la deshidratación, y sus efectos negativos que afectan al sistema cardiovascular, así como a los sistemas metabólico, endocrino, y excretor. Los electrolitos más comprometidos por la sudoración y el ejercicio físico son el sodio y el potasio", remarca el presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte.

   De esta forma, y para evitar la deshidratación, junto con la reposición agua, ve este experto muy importante incorporar electrolitos tanto durante, como después del ejercicio: "Los electrolitos (sodio en particular) se han utilizado durante décadas para ayudar a la hidratación de los deportistas, y esto ha llevado al desarrollo de bebidas deportivas, que a menudo también incluyen cantidades moderadas de carbohidratos".

   Tal y como defiende, las bebidas deportivas deben hidratar y prevenir la deshidratación durante la actividad física, así como proporcionar los electrolitos que tenemos que reponer (principalmente sodio y cloro).

   Asimismo, se pueden reponer las pérdidas de electrolitos con los alimentos, según resalta este experto en medicina deportiva: "Algunos son ricos en determinados electrolitos (sodio, potasio, calcio*) como los frutos secos, melón, plátanos, naranjas, aguacates, espinacas, sal, tomates, entre otros; en general, las frutas y las verduras son alimentos ricos en sodio, en potasio, y en magnesio. Los alimentos como la leche, el queso, y el yogur, además de algunos pescados como el salmón, son ricos en calcio y en sodio".

¿Y SI BEBEMOS MÁS DE LA CUENTA?

   En este sentido, el doctor Valle advierte de que, aunque no son frecuentes los trastornos hidroelectrolíticos secundarios a la hipersudoración, un nivel alto o bajo de electrolitos altera las funciones corporales normales, y puede provocar complicaciones potencialmente mortales.

   "El efecto negativo más común provocado por el desequilibrio electrolítico en personas que realizan actividad física es la hiponatremia que, en muchas ocasiones, ocurre por una hidratación inadecuada (beber más de la cuenta)", añade.

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