MADRID 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
Expertos reunidos en el Congreso de la International Sweeteners Association, en Bruselas, han asegurado que los edulcorantes bajos y sin calorías no afectan a los niveles de glucosa o insulina, y que, además, ayudan a prevenir la caries dental.
Estas afirmaciones están recogidas en el 'Decálogo sobre el uso y seguridad de los edulcorantes bajos y sin calorías', presentado en el encuentro y publicado en la revista española 'Nutrición Hospitalaria'.
El decálogo ha sido elaborado a partir de las ponencias debatidas por un grupo de expertos de carácter multidisciplinar de las áreas de conocimiento de la nutrición y la salud, reunidos bajo los auspicios de la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN) y con la colaboración de la Consejería de Sanidad del Gobierno de la Comunidad de Madrid, la International Sweeteners Association y el CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición del Instituto de Salud Carlos III (CIBERobn).
En el texto, los expertos han destacado la necesidad de realizar programas de educación para la salud en la población con el objetivo de promover la toma de decisiones adecuadas sobre su alimentación y nutrición, y al mismo tiempo, facilitar al profesional sanitario información que facilite el desarrollo de su actividad diaria, dando respuesta de una forma rápida y sencilla a las demandas de sus pacientes sobre los edulcorantes bajos y sin calorías.
"Los edulcorantes, incluido el azúcar, constituyen un elemento de indudable interés y actualidad, aunque no exento de desconocimiento por algunos sectores tanto académicos como de la población en general. La propia naturaleza de los edulcorantes bajos y sin calorías los hace susceptibles de informaciones tergiversadas e incluso contradictorias. Son aditivos alimentarios ampliamente utilizados como sustitutivos del azúcar para endulzar alimentos, medicamentos y complementos alimenticios cuando se persiguen fines no nutritivos", han señalado.
Por ello, en el decálogo se recuerda que los edulcorantes bajos y sin calorías han sido utilizados de forma segura por los consumidores de todo el mundo durante "más de un siglo"; han sido sometidos a estrictas pruebas de seguridad; y que la evidencia científica actual indica que no existe relación entre su consumo y la aparición de enfermedades no transmisibles.
Además, se señala que la investigación científica muestra que el consumo de alimentos y bebidas en los que se ha sustituido el azúcar por edulcorantes bajos y sin calorías, el empleo de estos edulcorantes, combinados con la práctica de actividad física y un estilo de vida saludable, pueden jugar un papel significativo en la pérdida de peso y en el mantenimiento de un peso saludable, siendo por ello un instrumento válido en la prevención del sobrepeso y la obesidad, y en general de la ganancia ponderal.
"Estudios científicos han mostrado que las personas que usan edulcorantes bajo y sin calorías en su alimentación consumen menos calorías que los que tienen una alimentación con productos con una composición calórica original, y además muestran un mejor balance energético. No obstante, ante la incertidumbre que a veces se genera sobre la influencia del consumo de EBSC en los hábitos alimentarios y de actividad física de las personas que los consumen, se hace necesario potenciar la educación nutricional y un estilo de vida saludable, con un énfasis particular en la promoción de la actividad y del ejercicio físico", han recalcado los expertos.
Del mismo modo, en el decálogo los investigadores abogan por potenciar la educación al consumidor acerca de estos productos de forma rigurosa, objetiva y basada en la mejor evidencia científica y los procesos regulatorios. "Las administraciones responsables y sociedades científicas deberían difundir una información clara y objetiva sobre los EBSC en sus páginas web y redes sociales, y editar materiales educativos que contribuyan a disipar dudas y la desinformación que pueda existir", aconsejan.
Finalmente, en el documento se destaca la importancia de priorizar la formación de los profesionales de la salud de Atención Primaria y especializada, dentistas y farmacéuticos, para que se constituyan en agentes educativos sobre este tipo de productos en la población sana y en grupos con necesidades especiales; así como de que se potencie la investigación sobre estos edulcorantes en España, incentivando la monitorización de los niveles de ingesta en distintos grupos poblacionales y facilitando el desarrollo de proyectos multidisciplinares al respecto.