MADRID, 20 May. (EDIZIONES) -
Mireia Hurtado es psicóloga general sanitaria y dietista especializada en psicología de la alimentación, entre otras especialidades. Según afirma en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus "los españoles tenemos una mala relación con la comida", y esto se debe a varias razones.
En primer lugar, apunta a que lo que más nos perjudica en este sentido es la cultura de la dieta en la que vivimos, partiendo de que el autocuidado o el 'hacer dieta sirve para controlar nuestro cuerpo', 'para adelgazar'; y todo ello desde la premisa de que nuestra salud está en la delgadez, "cuando no es así", según asevera esta especialista.
La dieta, tal y como advierte, es "restringir, controlar y prohibir alimentos, y al final no funciona", y aparece ese temido efecto rebote, y también dice que nos lleva a tener esa mala relación con la comida y a sentirnos culpables cuando no somos capaces de mantener las reglas rígidas que nos proponen las dietas; facilitando igualmente el desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria en algunas ocasiones.
Se le suma a su juicio el que en España ahora está la cultura del 'salutismo', un pasó más allá, y un estilo de vida donde está oculto el mensaje de adelgazar, bajo la idea de cuidarnos.
"A pesar de esta idea de 'salutismo', se mantiene una perspectiva de salud muy rígida, basada en reglas, y con las redes sociales detrás, por lo que son muchas las modas que nos inundan (como el ayuno intermitente, las dietas sin gluten, o por ejemplo la dieta keto) que, bajo la premisa de cuidarnos, también está detrás la de adelgazar. Al final son reglas no sostenibles y que nos llevan a tener una mala relación con la comida y a acabar desarrollando, por ejemplo, un trastorno de la conducta alimentaria", agrega.
CÓMO ES UNA RELACIÓN SANA CON LA COMIDA
Precisamente, acaba de publicar 'Alimentación compasiva' (Alienta editorial), motivo por el que le entrevistamos, y en él revela que para mantener una relación saludable debemos ser capaces de cuidarnos de forma flexible: "Demasiada rigidez y control nos generan el que no seamos capaces de mantener ese tipo de dieta tan estricta. Esto, a su vez, nos lleva a la culpa, nos hace sentir mal, y para aliviarlo, en muchas ocasiones, nos apegamos más a esas reglas rígidas, y se transforma en una manera de comer cada vez menos sostenible".
Por ello, aconseja que para lograr una relación sana con la comida ésta debe ser "flexible", un camino en el que nos cuidemos, pero también en el que no seamos tan estrictos como para no poder sostenerlo en el tiempo, donde no nos muevan las culpas, sino la escucha del cuerpo, de la conciencia de sus necesidades, y de poder nutrirlo adecuadamente; pero también sin olvidar el placer a la hora de comer, y de atender las necesidades que hay en la sociedad actual de celebraciones y de conexiones, y "que también tienen un espacio en una relación sana con la comida".
Aquí destaca Mireia Hurtado que a la hora de construir una relación sana con la comida es fundamental los patrones que hemos recibido en el seno de nuestra familia, con el ejemplo de nuestros padres, esos "factores protectores", frente a los mensajes que nos llegan muchas veces perniciosos y perjudiciales en este sentido desde las redes sociales y desde los medios de comunicación también.
"Si vemos que nuestros padres se cuidan de forma flexible, se preocupan por nuestra alimentación, si no nos envían mensajes y no nos culpabilizan, si son capaces de comer alimentos más ricos o placenteros, si no se meten con nuestro cuerpo; todo ello también influye en cómo será nuestra relación con la comida", remarca, al tiempo que aconseja huir de esas etiquetas de que un alimento es "bueno o malo" o "sano o insano". "Esa calificación moral de los alimentos nos lleva a una relación con la comida desde la culpa", insiste esta psicóloga.
RECUPERAR UNA RELACIÓN SALUDABLE CON LA COMIDA ES POSIBLE
Con todo ello, insiste en la idea del "autocuidado desde la flexibilidad", y a la hora de recuperar una relación sana con la comida aconseja, igualmente, el aprender a ser crítico con todas las modas y tomar conciencia de lo que realmente necesita nuestro cuerpo y de qué es lo que nos hace daño. "Muchas veces, lo que hay detrás es negocio; igual que en la cultura de la dieta", advierte Hurtado.
Otro consejo se basa en aprender a reconectar con el cuerpo, y en saber escuchar esa sabiduría interna que tiene, y por la que nos envía información: "Hoy en día, con tanta información externa y modas, dejamos de escuchar las señales de hambre. Dejamos de escuchar a nuestro cuerpo a medida que estamos saciados (señales hambre y de saciedad), y de aprender a darle una nutrición flexible, es decir, a partir de alimentos nutritivos y variados, donde haya de todo".
En opinión de esta experta, uno de los principales problemas actuales es que la moda de hoy es prohibir alimentos, como los hidratos de carbono o las grasas, cuando apuesta por que una alimentación saciante se componga de la variedad nutrientes, de hidratos carbono, de grasas, de verduras; y todo ello sin renunciar al placer, "porque debemos prepararnos de forma rica los platos porque si no no será sostenible; poder encontrar un equilibrio entre nutrir el cuerpo y sin renunciar al placer".
A su vez, ve indispensable en este sentido el comer conscientemente, comer en calma, darle espacio a la comida, "porque al final también dentro de nuestra dificultad, no nos damos cuenta de lo que comemos, nunca es suficiente, y comemos sin consciencia; entonces, poder parar, saborear, masticar; y que el autocuidado tenga el espacio que merece en el día a día".
