Ni dietas bajas en carbohidratos ni bajas en grasas, este es el secreto para cuidar tu corazón

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Actualizado: lunes, 2 junio 2025 9:01

   MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

   En las últimas dos décadas, las dietas bajas en carbohidratos y grasas han ganado popularidad y han sido ampliamente promovidas por sus potenciales beneficios para la salud. Entre estos beneficios destacan el control efectivo del peso corporal, la mejora en los niveles de glucosa en sangre y la reducción del colesterol, factores clave para prevenir diversas enfermedades metabólicas.

    Sin embargo, a pesar de estos efectos positivos, el impacto real de estas dietas en la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas aún genera controversia y debate dentro de la comunidad científica.

   Diversos estudios han arrojado resultados contradictorios, lo que ha llevado a expertos a cuestionar no solo la cantidad de macronutrientes consumidos, sino también la calidad de los alimentos que forman parte de estas dietas. Esta incertidumbre subraya la importancia de continuar investigando para comprender mejor cómo estas pautas alimentarias influyen en la salud cardiovascular a largo plazo.

HALLAZGOS CLAVE DEL ESTUDIO DE HARVARD

   Un nuevo estudio de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) que siguió a casi 200.000 personas durante varias décadas ha descubierto que, en lo que respecta a la salud cardíaca, la calidad de los alimentos consumidos es tan importante como seguir una dieta baja en carbohidratos o grasas. Los resultados sugieren que elegir alimentos saludables y de alta calidad es clave para proteger el corazón.

   "Descubrimos que lo que se come en dietas bajas en carbohidratos o grasas es tan importante como la dieta en sí", declara el doctor Zhiyuan Wu, investigador postdoctoral en el laboratorio del doctor Qi Sun, doctor en ciencias, en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard.

ALIMENTOS SALUDABLES VS. POCO SALUDABLES EN DIETAS

   "Las versiones saludables de estas dietas -ricas en alimentos de origen vegetal y cereales integrales- se asociaron con mejores resultados en la salud cardíaca y una mejor función metabólica. Por el contrario, las dietas bajas en carbohidratos y grasas, con énfasis en alimentos poco saludables, se asociaron con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas".

   Wu presenta los hallazgos en NUTRITION 2025, la principal reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Nutrición que se celebrará del 31 de mayo al 3 de junio en Orlando (Estados Unidos).

   El estudio incluyó a 43.430 hombres en el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud (1986-2016), 64.164 mujeres en el Estudio de Salud de Enfermeras (1986-2018) y 92.189 mujeres en el Estudio de Salud de Enfermeras II (1991-2019). Los investigadores dieron seguimiento a los casi 200.000 participantes del estudio durante varias décadas, monitoreando sus hábitos alimenticios y si desarrollaban enfermedades cardíacas.

REDUCCIÓN DEL RIESGO CARDÍACO ASOCIADA A DIETAS SALUDABLES

   Basándose en la información de cuestionarios detallados completados por los participantes del estudio, los investigadores asignaron puntuaciones que indicaban qué tan saludables o no saludables eran sus elecciones de alimentos dentro de las dietas bajas en carbohidratos y grasas.

   Los investigadores clasificaron los carbohidratos, las grasas y las proteínas de alimentos como cereales integrales, frutas, verduras, frutos secos y legumbres como nutrientes de alta calidad o saludables, mientras que los carbohidratos de las patatas y los cereales refinados, así como las grasas saturadas y las proteínas de los alimentos de origen animal, se clasificaron como de baja calidad o poco saludables.

   En más de 10.000 participantes del estudio, los investigadores también midieron cientos de metabolitos sanguíneos para evaluar cómo la calidad de la dieta influía en su regulación metabólica. "Este enfoque nos permitió comprender mejor los efectos biológicos de estas dietas y reforzó nuestros hallazgos", subraya Wu.

   El análisis mostró que los participantes del estudio que siguieron una dieta saludable baja en carbohidratos o grasas presentaron un menor riesgo de desarrollar enfermedad coronaria, mientras que quienes siguieron dietas poco saludables presentaron un mayor riesgo. Estos patrones de dieta saludables, ya sean bajos en carbohidratos o grasas, redujeron el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca en aproximadamente un 15%.

   "Nuestros hallazgos sugieren que mejorar la calidad de los alimentos es crucial para mejorar la salud cardíaca", reafirma Wu. "Independientemente de si se sigue una dieta baja en carbohidratos o en grasas, priorizar los alimentos integrales, mínimamente procesados y de origen vegetal, y limitar los cereales refinados, el azúcar y los alimentos de origen animal, puede reducir significativamente el riesgo de enfermedad coronaria".

FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN SOBRE DIETA

   Para quienes buscan mejorar su dieta, los investigadores sugieren centrarse en aumentar el consumo de cereales integrales, frutas, verduras, frutos secos y legumbres, a la vez que reducen el consumo de carnes procesadas, carbohidratos refinados y alimentos azucarados. También señalan la importancia de revisar las etiquetas de los alimentos y tener cuidado con los ingredientes de baja calidad añadidos, como los azúcares añadidos en los jugos y los snacks procesados.

   En el futuro, los investigadores buscan explorar otros factores que puedan influir en la relación entre la calidad de la dieta y la salud cardíaca. Por ejemplo, quieren analizar cómo los factores genéticos, el estilo de vida y otros marcadores metabólicos pueden influir en estas asociaciones. También les interesa cómo las dietas bajas en carbohidratos o grasas pueden afectar otros problemas de salud, como la diabetes tipo 2 y el cáncer. Este conocimiento podría ayudar a adaptar las recomendaciones dietéticas a cada individuo según sus perfiles de salud específicos.

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