BILBAO, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una investigación de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha concluído que una dieta mediterránea rica en aceite de oliva es capaz de reducir a largo plazo la necesidad de medicación en los pacientes con diabetes de tipo 2. El ensayo clínico ha valorado a 3.230 diabéticos a lo largo de un periodo de tres años, con una asignación alimentaria de tres dietas al azar.
La universidad pública vasca ha indicado en un comunicado que la diabetes que "ha alcanzado proporciones epidémicas" y afectaba a 451 millones de personas a nivel mundial en 2017, se sitúa en la "vanguardia de los problemas más graves actualmente para la salud pública". En este sentido, al menos a una de cada diez personas adultas en el Estado está afectada por la diabetes tipo 2.
La investigación, en la que han participado el colaborador honorífico Fernando Arós y el profesor asociado de la UPV/EHU, Ángel M. Alonso, ha constatado que una dieta mediterránea rica en aceite de oliva es capaz de reducir a largo plazo la necesidad de medicación en los enfermos diabéticos.
La primera de las pautas alimentarias incluía, junto a la dieta mediterránea, aceite de oliva virgen extra; la segunda de ellas cambiaba el aceite por una mezcla de frutos secos, y la tercera, destinada al grupo de control, recomendaba una dieta baja en grasas.
Finalmente, tras analizar los tres grupos, se ha constatado que las personas asignadas a la dieta mediterránea con aceite de oliva virgen extra, reducían en un 22% la necesidad de iniciar medicación antidiabética en comparación con el grupo control, al que se le había recomendado únicamente la dieta baja en grasas.
"La menor necesidad de medicación (ya sea oral o inyectable) con el patrón de dieta mediterránea y aceite de oliva virgen extra probablemente refleje el mejor control glucémico que se obtuvo con esta dieta durante el largo seguimiento del estudio", ha afirmado Arós.
Fernando Arós ha destacado asimismo la importancia de la pauta alimentaria y ha indicado en este sentido que el patrón dietético ha sido "sin duda el determinante" y que no se puede explicar por consumir menos calorías, hacer más actividad física o por pérdida de peso, ya que tales aspectos no formaban parte del ensayo y "no hubo diferencias al respecto entre los tres grupos".