Lo que debes dejar de comer por la noche para evitar pesadillas

Archivo - Compañeros o amigos comiendo comer Fondue de quesos
Archivo - Compañeros o amigos comiendo comer Fondue de quesos - SOLSTOCK/ ISTOCK - Archivo
Actualizado: martes, 1 julio 2025 11:08

   MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

    Aunque desde hace tiempo se cree que la alimentación afecta el sueño, hay muy poca evidencia que la demuestre o refute. Si sabemos que comer mucho puede provocar pesadez estomacal, malas digestiones y molestias nocturnas. ¿Por pueden ciertos alimentos perturbar el sueño?

Aunque a menudo ignoramos cómo la comida influye en nuestro descanso, la verdad es que lo que cenamos puede ser la clave para dormir mejor o para sufrir noches inquietas y agobiantes.

UN TERCIO DE LOS ENCUESTADOS REPORTÓ PESADILLAS FRECUENTES

Para investigarlo, investigadores encuestaron a 1.082 estudiantes de la Universidad MacEwan (Canadá). Les preguntaron sobre el tiempo y la calidad del sueño, los sueños y las pesadillas, y cualquier asociación percibida entre diferentes tipos de sueños y diferentes alimentos. También preguntaron sobre la salud mental y física de los participantes y su relación con la comida.

    Aproximadamente un tercio de los encuestados reportó pesadillas frecuentes. Las mujeres eran más propensas a recordar sus sueños y a reportar mal sueño y pesadillas, y casi el doble de propensas que los hombres a reportar intolerancia o alergia alimentaria.

Alrededor del 40% de los participantes afirmó creer que comer tarde o ciertos alimentos afectaba su sueño; aproximadamente el 25% pensaba que ciertos alimentos podían empeorarlo. Las personas con una alimentación menos saludable eran más propensas a tener sueños negativos y menos propensas a recordarlos.

LO QUE COMÍA AFECTABA LA INTENSIDAD DE SUS SUEÑOS

    La mayoría de los participantes que atribuyeron su mal sueño a la comida consideraron que los dulces, las comidas picantes o los lácteos eran los responsables. Solo una proporción comparativamente pequeña (el 5,5% de los encuestados) sintió que lo que comía afectaba la intensidad de sus sueños, pero muchos de ellos afirmaron que los dulces o los lácteos hacían sus sueños más perturbadores o extraños.

    Al comparar los informes de intolerancias alimentarias con los de pesadillas y falta de sueño, los autores descubrieron que la intolerancia a la lactosa se asociaba con síntomas gastrointestinales, pesadillas y mala calidad del sueño.

EL PEOR ALIMENTO FUE EL QUESO

Consumir demasiados lácteos podría arruinar el sueño, según un trabajo de la Universidad de Montreal (Canadá). Los investigadores entrevistaron a más de 1.000 estudiantes sobre la calidad de su sueño, sus hábitos alimenticios y cualquier vínculo percibido entre ambos, y encontraron una fuerte asociación entre las pesadillas y la intolerancia a la lactosa, posiblemente porque los gases o el dolor de estómago nocturno afectan los sueños.

    "La gravedad de las pesadillas está estrechamente relacionada con la intolerancia a la lactosa y otras alergias alimentarias", expone el doctor Tore Nielsen, de la Universidad de Montreal, autor principal del artículo publicado en 'Frontiers in Psychology'.

    "Estos nuevos hallazgos implican que cambiar los hábitos alimenticios de las personas con ciertas sensibilidades alimentarias podría aliviar las pesadillas", agrega.

SI EL LACTEO TE SIENTA MAL YA NO PUEDES DORMIR

Es posible que el consumo de lácteos provoque trastornos gastrointestinales y que las molestias resultantes afecten los sueños y la calidad del descanso.

    "Las pesadillas son peores para las personas con intolerancia a la lactosa que sufren síntomas gastrointestinales graves y cuyo sueño se ve interrumpido", aporta Nielsen.

"Esto tiene sentido, ya que sabemos que otras sensaciones corporales pueden afectar el sueño. Las pesadillas pueden ser muy perturbadoras, especialmente si ocurren con frecuencia, ya que tienden a despertar a las personas en un estado disfórico. También pueden provocar conductas de evitación del sueño. Ambos síntomas pueden impedir un sueño reparador".

    Esto también podría explicar por qué menos participantes reportaron una relación entre su alimentación y sus sueños que en un estudio previo de la Universidad MacEwan, realizado once años antes con una población similar.

    Una mayor concienciación sobre las intolerancias alimentarias podría significar que los estudiantes del presente estudio consumieron menos alimentos que probablemente activen sus intolerancias y afecten su sueño. De ser así, intervenciones dietéticas sencillas podrían ayudar a las personas a mejorar su sueño y su salud general.

    Sin embargo, además del sólido vínculo entre la intolerancia a la lactosa y las pesadillas, no está claro cómo funciona la relación entre el sueño y la dieta. Es posible que las personas duerman peor porque comen peor, pero también es posible que coman mal porque no duermen bien, o que otro factor influya tanto en el sueño como en la dieta. Se necesitarán más investigaciones para confirmar estos vínculos e identificar los mecanismos subyacentes.

LOS INVESTIGADORES YA ESTÁN PLANTEANDO NUEVOS ESTUDIOS

    "Necesitamos estudiar a más personas de diferentes edades, de diferentes ámbitos sociales y con distintos hábitos alimenticios para determinar si nuestros resultados son realmente generalizables a la población general", insiste Nielsen.

    También se necesitan estudios experimentales para determinar si las personas pueden detectar realmente los efectos de alimentos específicos en los sueños.

"Nos gustaría realizar un estudio en el que les pidamos a las personas que consuman productos de queso en comparación con un alimento de control antes de dormir para ver si esto altera su sueño o sus sueños".

*** Si te gusta el queso, la dietista-nutricionista Andrea Sorinas, especializada en obesidad, nutrición clínica y patologías digestivas, nos ha dado las claves para reconocer cúal es el mejor. 

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