'Caffeine nap': ¿mito viral o eficaz técnica de tomar café antes de la siesta para mejorar la energía y concentración?

Archivo - Mujer durmiendo la siesta en el trabajo con una taza.
Archivo - Mujer durmiendo la siesta en el trabajo con una taza. - ABDULLAH DURMAZ/ISTOCK - Archivo
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Publicado: sábado, 8 noviembre 2025 7:59

   MADRID, 8 Nov. (EDIZIONES) -

   Dormir una siesta corta después de tomar café puede parecer una contradicción, pero la Ciencia dice lo contrario, siempre y cuando esto se haga después de comer y no más tarde de las 17 horas de la tarde, puede ser beneficioso para nuestra salud, para nuestra higiene del sueño.

   Esta práctica representa actualmente una estrategia viral que está muy extendida en redes sociales, conocida como 'caffeine nap', y que combina los beneficios restauradores de una siesta breve —menos de 30 minutos, y antes de las 16-17 horas de la tarde— con el impulso estimulante de la cafeína, que empieza a hacer efecto justo al despertar.

   Así, según los expertos, el resultado es una sensación de energía renovada, de mejor concentración, y de mayor estado de alerta. Te contamos qué dice la evidencia, cuándo ponerla en práctica, y en qué casos conviene evitarla también, porque no es para todo el mundo.

LOS BENEFICIOS DE LA 'CAFFEINE NAP'

   Para ello, entrevistamos en Europa Press Salud a la coordinadora del grupo de trabajo de Cronobiología de la Sociedad Española del Sueño (SES), a María José Martínez Madrid, quien nos explica que tomar cafeína antes de dormir la siesta sí hay evidencia científica de que mejora los efectos de este pequeño descanso. Dice que la siesta en sí “es buena si se hace en un máximo de 30 minutos”, y favorece una bajada de la presión arterial, pero también una mejora del estado de ánimo, y de la concentración.

   “La cafeína nos ayuda a que no nos pasemos de esos 10-15 minutos de siesta porque tiende a hacer efecto en ese periodo de tiempo. Si se practica la caffeine nap, y siempre que estemos habituados a la toma de café, tendremos esta sensación de estar doblemente recuperados por el efecto de ambos factores, la siesta y la cafeína, y esto ayudará a que no nos excedamos en tiempo con la siesta”, detalla.

ÚTIL EN QUIENES BEBAN CAFÉ HABITUALMENTE

   Eso sí, sí hace hincapié esta experta en que se trata de una técnica que se aconseja en personas que sean bebedoras de café habituales, y justo al terminar de comer, antes de la siesta, porque pensamos muchas veces que hay que tomarse el café después de dormir la siesta, y no tiene por qué ser así.

   En el cerebro, durante esos 20-30 minutos de siesta, según prosigue Martínez Madrid, entramos en una fase ligera, superficial de sueño, donde sí hay una reparación física, y una reparación a nivel cardiovascular, que hace bajar esa presión arterial.

   “Pero en este periodo corto de tiempo no llegamos en el cerebro a fases profundas de sueño, de manera que no nos levantamos, por ejemplo, en medio de una fase profunda de sueño, algo que nos hace levantarnos cansados, sin energía, si dormimos más de 20-30 minutos; y una situación que puede interferir en nuestro sueño nocturno y hará que retrasemos la hora de ir a dormir por la noche”, agrega.

   Con ello, insiste esta experta de la Sociedad Española del Sueño en que, de poner en práctica la 'caffeine nap' se debe hacer justo después de comer, que es cuando se da esa bajada postpandrial, de actividad, y de la temperatura periférica, que aumenta cuando vamos a dormir.

HUIR DE LA CAFEÍNA POR LA NOCHE

   “La hora de la toma del café y de la siesta dependerá de la persona. Si pensamos en después de comer depende de las costumbres de cada uno, pero puede oscilar entre las 14-15-16 horas; aunque lo ideal siempre es no retrasar la siesta más allá de las 17 horas de la tarde porque si no interferirá con el sueño nocturno como hemos dicho, aunque también lo idóneo es evitar la cafeína a partir de esa hora, y aunque pensemos que estamos acostumbrados al café y que no nos hace efecto porque hará que nuestro sueño sea más superficial”, agrega Martínez Madrid.

   Ahora bien, la coordinadora del Grupo de Trabajo de Cronobiología de la SES sí ve conveniente huir de esta técnica si ésta implica tomar el café por la noche, por ejemplo, aunque seamos estudiantes y queramos volver a estudiar.

   “La cafeína si se toma fuera del periodo de sueño puede ser ideal para quien esté acostumbrado. En estudiantes, si me dices ‘necesito rendir bien durante el día y estudiar por la tarde’, en la siesta del mediodía usar la 'caffeine nap' ayuda, pero ya más tarde no porque puede interferir en nuestro sueño nocturno”, advierte.

   En última instancia, esta experta en medicina del sueño remarca que el consumo de cafeína podría estar desaconsejado en personas que ya de por sí presenten problemas cardiovasculares, ansiedad, o presión arterial elevada; y en caso de tomarla deberían controlar mucho la hora a la que se la toman, tal y como aconseja Martínez Madrid.

   “Además, no hay que olvidar que la cantidad de cafeína sí que importa, aunque como todo, depende de cada uno. Si estamos muy habituados a ingerir una dosis determinada de café es posible que toleremos más dosis que quienes no lo toman”, concluye la portavoz de la Sociedad Española del Sueño.

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