MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
El consumo de grillos aporta un 75 por ciento del poder antioxidante de un zumo de naranja natural y gusanos de seda el dobe de grasa que el aceite de oliva, según han descubierto un equipo de investigadores italianos en un trabajo publicado en la revista 'Frontiers in Nutrition'.
Al menos 2.000 millones de personas, una cuarta parte de la población mundial, come insectos regularmente, los cuales, tal y como han asegurado los científicos, son una "excelente" fuente de proteínas, ácidos grasos poliinsaturados, minerales, vitaminas y fibra. No obstante, hasta ahora, nadie los había comparado con alimentos funcionales clásicos como el aceite de oliva o el jugo de naranja.
En este sentido, en el trabajo los investigadores probaron una variedad de insectos e invertebrados comestibles disponibles en el mercado, eliminando partes no comestibles, como alas, y extrayendo de cada especie la grasa y lo que fuera que se disolviera en agua.
"En perspectiva, con la misma configuración probamos la capacidad antioxidante del jugo de naranja fresco y el aceite de oliva, alimentos funcionales que se sabe que ejercen efectos antioxidantes en los humanos", han explicado los científicos.
De esta forma, comprobaron que los extractos solubles en agua de saltamontes, gusanos de seda y grillos mostraron los valores más altos de capacidad antioxidante, cinco veces más que el jugo de naranja fresco, mientras que la cigarra gigante, las chinches gigantes, la tarántula negra y los escorpiones negros mostraron valores insignificantes.
Curiosamente, el contenido total de polifenoles, la principal fuente de actividad antioxidante derivada de las plantas, siguió un patrón similar en todas las especies, pero fue mucho menor en todos los insectos. "Estos resultados sugieren que, además de los polifenoles, la capacidad antioxidante de los insectos también depende de otros compuestos aún desconocidos", han dicho los expertos.