MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las personas que portan una variante de un gen que está asociado con la longevidad también poseen un mayor volumen en la parte frontal del cerebro involucrada en la planificación y toma de decisiones, según revela una investigación realizada por expertos de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), en Estados Unidos.
El hallazgo refuerza su descubrimiento anterior de que la gente de mediana edad y mayores que llevan una sola copia del alelo KLOTHO, llamado KL-VS, se desempeñaron mejor en una amplia gama de pruebas cognitivas. Cuando modelaron KL-VS en ratones, encontraron que esto fortaleció las conexiones entre las neuronas y la mejora del aprendizaje y la memoria.
KLOTHO codifica una proteína, llamada Klotho, que se produce en el riñón y el cerebro y regula muchos procesos diferentes en el cuerpo. Alrededor de una de cada cinco personas llevan una sola copia de KL-VS, lo que aumenta los niveles de KLOTHO y se asocia con una vida útil más larga y mejor funcionamiento del corazón y los riñones. Una pequeña minoría, alrededor del 3 por ciento, lleva dos copias, que se vincula con una vida útil más corta.
En el estudio actual, publicado este martes en 'Annals of Clinical and Translational Neurology', los autores escanearon los cerebros de 422 hombres y mujeres de 53 años y mayores cognitivamente normales para ver si el tamaño de cualquier área del cerebro se correlaciona con la realización de una, dos o ninguna copia del alelo.
Estos expertos encontraron que la variante del gen KLOTHO predijo el tamaño de una región llamada la corteza prefrontal dorsolateral derecha (rDLPFC), que es especialmente vulnerable a la atrofia con la edad. El deterioro en esta área puede ser una de las razones por la que las personas mayores sufren dificultades para suprimir información de distracción y hacer más de una cosa a la vez.
Los investigadores encontraron que la rDLPFC se contrajo con la edad en los tres grupos, pero los que tienen una copia de KL-VS, alrededor de un cuarto del grupo de estudio, presentaban volúmenes más grandes que cualquiera de los no portadores o aquellos con dos copias.
Los expertos también encontraron que el tamaño de la rDLPFC predice cómo de bien realizaron los tres grupos las pruebas cognitivas, como la memoria de trabajo (la capacidad de mantener una pequeña cantidad de información recién adquirida en mente) y la velocidad de procesamiento. Ambas pruebas son consideradas como buenas medidas de planificación y de toma de decisiones que controla el rDLPFC.
"Hemos sabido durante mucho tiempo que las personas pierden la capacidad cognitiva a medida que envejecen, pero ahora estamos empezando a comprender qué factores como KLOTHO pueden dar a la gente un impulso y conferir resistencia en el envejecimiento", subraya la autora principal, Dena Dubal, profesora asistente de Neurología en la UCSF y la Cátedra David A. Coulter en Envejecimiento y Enfermedades Neurodegenerativas.
"La variación genética en KLOTHO podría ayudar a predecir la salud del cerebro y encontrar formas de proteger a las personas de las enfermedades devastadoras que les suceden a medida que envejecen, como la enfermedad de Alzheimer y otras demencias", adelanta.
En las pruebas estadísticas, los investigadores concluyeron que los grandes volúmenes rDLPFC vistos en los portadores de una copia única de KL-VS representaron sólo el 12 por ciento del efecto global que tiene la variante en las capacidades probadas. Sin embargo, el alelo puede tener otros efectos sobre el cerebro, como el aumento de los niveles o cambiar las acciones de la proteína KLOTHO para mejorar la plasticidad sináptica o las conexiones entre las neuronas.
En un experimento anterior, encontraron que el aumento de KLOTHO en ratones elevó la acción de un receptor de células crítico para la formación de recuerdos. "La región del cerebro mejorada por la variación genética en KLOTHO es vulnerable en el envejecimiento y algunas enfermedades psiquiátricas y neurológicas como la esquizofrenia, la depresión, el abuso de sustancias y la demencia frontotemporal", detalla Jennifer Yokoyama, autora principal y profesora asistente de Neurología en la UCSF.
"En este caso, el mayor tamaño significa mejor función. Será importante determinar si el impulso estructural asociado a la existencia de una copia de KL-VS puede compensar los déficits cognitivos causados por la enfermedad", concluye.