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MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
El hecho de que las glándulas tiroides de los individuos mayores estén más activas de lo normal puede ser un factor de riesgo para la depresión, según concluye un nuevo estudio aceptado para su publicación en 'Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism'. Más allá de su papel en la regulación del metabolismo del cuerpo, la glándula tiroides también puede influir en la salud mental.
Investigaciones anteriores han encontrado vínculos entre un mayor riesgo de depresión y la hipofunción de las glándulas tiroides, pero este nuevo trabajo es el primero en hallar una relación entre la depresión y variaciones en la actividad de la tiroides dentro del rango normal.
Para determinar cómo de activa es la glándula tiroides, los autores midieron los niveles de la hormona estimulante de la tiroides (TSH, por sus siglas en inglés), que es la señal del organismo a la glándula tiroides para producir más hormonas. Los investigadores también midieron los niveles de las hormonas tiroideas reales en un momento posterior en el tiempo y confirmaron que estos sujetos habían aumentado la actividad de la tiroides.
"Encontramos que las personas mayores con la actividad de la tiroides en el extremo superior del rango normal tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar depresión en el transcurso de un periodo de ocho años en comparación con los individuos que tenían una menor actividad tiroidea dentro del rango normal", dijo uno de los autores del estudio, Marco Medici, del Centro Médico Erasmus en Rotterdam, Holanda.
"Esto sugiere que las personas con incluso pequeños cambios en la función tiroidea pueden experimentar efectos en la salud mental similares a los que tienen trastornos de la tiroides, incluyendo el hipotiroidismo y el hipertiroidismo", agrega este experto.
El estudio analizó los datos de un grupo de 1.503 personas con una edad promedio de 70 años, a los que se les midió, al inicio del estudio, los niveles de TSH y se calibraron sus síntomas de depresión mediante un cuestionario. El equipo dividió a los participantes en tres grupos en función de sus niveles de TSH y aquellos con niveles de TSH en el extremo inferior del rango normal, una señal de que tienen glándulas tiroides más activas, eran más propensos a tener síntomas de depresión en el curso del estudio.