MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un reciente descubrimiento en neurociencia sugiere que una proteína poco explorada podría cambiar la forma en que enfrentamos el Alzheimer. Investigadores de un hospital de referencia en Estados Unidos han identificado cómo esta proteína podría actuar como una defensa natural contra la inflamación cerebral y la pérdida de conexiones neuronales, abriendo la puerta a nuevos tratamientos personalizados que aún están en fase de investigación.
LA PROTEÍNA CLUSTERINA: UNA ALIADA CLAVE CONTRA LA NEURODEGENERACIÓN
Los fármacos para el Alzheimer recientemente aprobados representan un avance en el tratamiento de la enfermedad, pero se necesitan nuevas estrategias terapéuticas que los complementen y ofrezcan enfoques terapéuticos personalizados, según investigadores del Hospital General de Massachusetts (Mass General Brigham) de Estados Unidos.
En concreto, los investigadores han identificado una posible estrategia de protección contra el Alzheimer mediante el aumento de la proteína clusterina (CLU). Sus resultados, publicados en 'Neuron', revelan el mecanismo por el cual el aumento de CLU protege al cerebro de las placas amiloides y la pérdida de sinapsis, aspectos clave de la patología de la enfermedad, a la vez que identifican qué individuos tienen mayor probabilidad de responder según su genética.
"Aumentar la clusterina tiene el potencial de prevenir el deterioro cognitivo de una manera diferente y complementaria a las terapias antiamiloideas para promover la resiliencia cerebral", apunta la doctora Tracy Young-Pearse, vicepresidenta de Investigación en Neurociencia del Hospital Brigham and Women's, miembro fundador del sistema de salud Mass General Brigham.
"La clusterina también podría ser beneficiosa para otras enfermedades cerebrales del envejecimiento, dado el mecanismo que descubrimos en nuestro estudio", señalan.
Los investigadores utilizaron diversos modelos, incluyendo tejido cerebral de más de 700 participantes del Estudio de Órdenes Religiosas y los Proyectos de Memoria y Envejecimiento, modelos de células cerebrales humanas y modelos animales para descubrir la función molecular del CLU. Descubrieron que la reducción del CLU se asocia con un aumento de la inflamación. El aumento del CLU protegió contra estas interacciones inflamatorias, en particular entre las células cerebrales llamadas astrocitos y la microglía.
LA GENÉTICA Y LA RESPUESTA INDIVIDUAL ANTE LA CLUSTERINA
Los hallazgos respaldan de forma consistente la hipótesis terapéutica de que el aumento del CLU en pacientes con placas amiloides y ovillos de tau puede prevenir la señalización inflamatoria, protegiendo así contra la neurodegeneración y el deterioro cognitivo. Los investigadores señalan que el aumento del CLU también podría ser beneficioso para el tratamiento de otras enfermedades cerebrales relacionadas con la edad, muchas de las cuales comparten mecanismos similares de desregulación neuroinflamatoria.
Los hallazgos de los efectos neuroprotectores de CLU tienen implicaciones importantes para el diseño y la prueba de nuevas estrategias terapéuticas complementarias para la enfermedad de Alzheimer, según los investigadores.
"A medida que el amiloide se acumula en el cerebro, algunas personas pueden generar una respuesta protectora mediante la regulación positiva eficiente de la CLU, lo que ayuda a preservar las sinapsis y prevenir el deterioro cognitivo. En otras, esta respuesta se ve afectada, lo que provoca una producción insuficiente de CLU, un aumento de la inflamación y la progresión hacia la enfermedad de Alzheimer", finaliza Young-Pearse.