MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -
El 12 por ciento de los mayores de 65 años en España son fumadores y uno de cada cinco fallece por causas relacionadas con el tabaco, según han informado expertos de Sanitas Mayores con motivo de la celebración del Día Mundial Sin Tabaco.
"Fumar incrementa el riesgo de sufrir cardiopatía isquémica, ictus, enfermedad vascular periférica y claudicación intermitente, lo que supone "un mayor riesgo en las personas de edad avanzada", ha comentado el director asistencial de Sanitas Mayores, David Curto.
De hecho, esta sustancia nociva se asocia con al menos seis de las 14 principales causas de muerte en los sujetos de más de 60 años y supone un factor de complicación de al menos otras tres. "Una persona que ha fumado toda su vida debe recibir un especial apoyo para conseguir dejar de fumar, es importante hacer un seguimiento cercano", ha añadido Curto.
Los estudios clínicos concluyen que quien deja de fumar antes de los 50 años disminuye el riesgo de morir por una enfermedad relacionada con el tabaco en un 50 por ciento, mientras que quien deja de fumar a los 65 años reduce ese riesgo en un 10 por ciento.
Incidir en la importancia de dejar de fumar es una labor de toda la sociedad y, especialmente, de los profesionales sanitarios. El síndrome de abstinencia alcanza los mayores picos a las 24-36 horas de haber fumado el último cigarrillo y se mantiene con alta intensidad durante unos siete o diez días, para descender poco a poco en las siguientes dos y cuatro semanas. Un médico de Atención Primaria puede guiar al fumador en todo el proceso y recomendar tratamiento farmacológico o medidas alternativas si fuese necesario.
En el caso de las personas mayores, hay que prestar mayor atención a las patologías que pueden verse alteradas. Por ejemplo, el doctor ha comentado que se debe valorar la relación riesgo/beneficio de la utilización de sustitutos de nicotina en mayores que hayan sufrido recientemente algún infarto de miocardio, angina de pecho, arritmias cardiacas graves o accidentes cardiovasculares porque en cualquier intervención clínica siempre debe pesar el beneficio clínico y el impacto sobre la calidad de vida.
LAS CONSECUENCIAS DEL TABACO EN LA SALUD BUCODENTAL
Por otra parte, desde Sanitas Dental han recordado que fumar no es negativo solo para las personas mayores, tiene consecuencias en todas las edades y en muy diversos ámbitos de la salud como en la salud bucodental.
Así, las consecuencias del tabaco pasan por los aspectos estéticos, ya que esa costumbre amarillea los dientes por efecto de la nicotina, y también tiene consecuencias negativas en la salud. Por ejemplo, la curación tras una intervención dental como la extracción de una pieza o tras realizar algún tipo de cirugía oral es mucho más lenta en las personas que fuman, y es mucho más probable que sufran patologías bucales como gingivitis o sangrado de encías e incluso son más propensos a la aparición de caries.
"La consecuencia más grave del tabaco en nuestra boca es sin duda el cáncer oral, en el que la tasa de mortalidad a los 5 años del diagnóstico es muy elevada, del 50 por ciento (aunque desciende cuando se realiza un diagnóstico precoz). Además, entre el 75 y el 90 por ciento de los casos de cáncer oral están vinculados a personas fumadoras y que consumen alcohol con frecuencia", han zanjado los expertos de Sanitas Dental.