MADRID 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
Pfizer ha anunciado avances en la batalla contra la pandemia global Covid-19 y, como ya avanzó en su 'Plan de 5 Puntos', está colaborando con el ecosistema sanitario innovador, en el que se incluyen desde grandes compañías farmacéuticas hasta pequeñas biotecnológicas, pasando por agencias gubernamentales e instituciones académicas, para abordar la crisis sanitaria provocada por el nuevo coronavirus.
"Nos hemos comprometido a hacer posible lo imposible. Con el espíritu del 'Plan de 5 Puntos' que comunicamos, hacemos frente a este desafío de salud pública junto con otros compañeros de la industria e instituciones académicas para desarrollar enfoques novedosos que nos permitan prevenir y tratar el Covid-19. Además, nuestros investigadores y científicos han estado explorando nuevos usos de medicamentos existentes en la cartera de Pfizer para ayudar a los pacientes infectados. Estamos explorando todas las opciones para conseguir una cura o tratamiento", ha dicho el presidente y CEO de la compañía, Albert Bourla.
Los avances clave en su compromiso de proteger a la sociedad frente a esta pandemia y preparar a la industria para responder mejor a futuras crisis sanitarias globales son se basan en la detección de compuestos antivirales, desarrollo de vacunas, análisis de azitromicina como agente antiviral y la evaluación del potencial de medicamentos para otras indicaciones para pacientes.
En concreto, respecto a la detección de compuestos antivirales, la compañía ha informado de que ensayos preliminares confirman que un compuesto principal y sus análogos podrían ser inhibidores de la proteasa SARS-CoV-2 tipo 3C (3CL). Además, otros datos que sugieren que el principal inhibidor de la proteasa podría mostrar actividad antiviral contra el SARS-CoV-2.
Por ello, Pfizer va a iniciar estudios preclínicos, que incluirán un perfil antiviral adicional y una evaluación de la idoneidad de la molécula principal para la administración clínica intravenosa. Paralelamente, la compañía está invirtiendo en materiales que acelerarán el inicio de un posible estudio clínico de esta molécula en el tercer trimestre de 2020, tres meses o más antes de lo previsto, sujeto a la finalización positiva de los estudios preclínicos.
Por otra parte, Pfizer y BioNTech han llegado a un acuerdo de colaboración el pasado mes de marzo para desarrollar de manera conjunta la vacuna de BioNTech basada en ARN mensajero, la primera de esta categoría, para prevenir la infección por Covid-19. Ambas compañías planean realizar ensayos clínicos en múltiples centros de investigación de Estados Unidos y Europa a finales de abril de 2020, suponiendo la aprobación reglamentaria.
Las compañías estiman que se podrían suministrar millones de dosis a finales de 2020 si finaliza con éxito el programa de desarrollo y logra la aprobación por parte de las autoridades reguladoras, y posteriormente aumentar rápidamente su capacidad de producción para contar con cientos de millones de dosis en 2021.
ANÁLISIS DE AZITROMICINA COMO AGENTE ANTIVIRAL
Los investigadores de Pfizer van a publicar en 'Clinical Pharmacology and Therapeutics' una revisión que evalúa datos clínicos e 'in vitro' sobre azitromicina como agente con propiedades antivirales. Esta revisión de libre acceso puede servir para facilitar el uso de azitromicina en futuras investigaciones sobre Covid-19. La azitromicina no está aprobada para el tratamiento de infecciones virales.
Además, Pfizer y el Grupo de Investigación Clínica de Infecciones Respiratorias de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool trabajan en un acuerdo de colaboración para iniciar dos nuevos estudios que proporcionen información sobre la interacción entre Streptococcus pneumoniae y SARS-CoV-2. Se espera que ambas entidades lleguen en los próximos días a un acuerdo para proporcionar fondos y apoyo en pruebas de laboratorio.
Los estudios ayudarán a demostrar si los pacientes infectados con COVID-19 tienen un mayor riesgo de desarrollar también neumonía neumocócica y si tener ambas infecciones conduce a una enfermedad más grave y peores resultados. Asimismo, a finales de esta semana está previsto que de comienzo en Italia un estudio en fase II iniciado por un investigador independiente para analizar el uso de tofacitinib, un inhibidor oral de la vía JAK, en pacientes con neumonía intersticial por SARS-CoV-2.
Pfizer también está en conversaciones con otras instituciones para realizar estudios adicionales con tofacitinib y otros moduladores del sistema autoinmune del portfolio de medicamentos. Esta investigación se basa en la hipótesis de que la inhibición de la vía JAK podría mitigar la inflamación sistémica y alveolar en pacientes con neumonía relacionada con Covid-19 al inhibir la señalización de citocinas esenciales involucradas en la respuesta inflamatoria mediada por el sistema inmune que podría provocar daños en los pulmones, resultando en un síndrome de distrés respiratorio agudo en pacientes con neumonía relacionada con Covid-19. Tofacitinib no está aprobado actualmente para esta indicación, por lo que "no debe usarse" en pacientes con una infección activa grave.
"Si bien este trabajo suele llevar años, estamos tratando de encontrar oportunidades para ganar tiempo donde sea posible y trabajar en paralelo, en lugar de hacerlo de forma lineal. Esta búsqueda requiere un enfoque múltiple, con una profunda colaboración y asociación en todo el ecosistema sanitario innovador: de la comunidad académica, socios de la industria, responsables políticos y organismos reguladores. En marzo, anunciamos que estamos colaborando con BioNTech para desarrollar conjuntamente una posible vacuna COVID-19 basada en ARNm, la primera en su clase", ha declarado el director científico y presidente mundial de Investigación, Desarrollo de Pfizer, Mikael Dolsten.