MADRID, 29 Mar. (EDIZIONES) -
Organizar los medicamentos correctamente es esencial a la hora de evitar errores en su toma, así como probables olvidos. Además, a la hora de organizarse, muchas personas los guardan en algún cajón en la cocina o en el baño, precisamente los dos puntos en los que no se recomienda conservarlos, ya que pueden verse perjudicados por los cambios de temperatura y de humedad propios de esos espacios.
"El vapor puede alterar el propio medicamento", advierte a Infosalus Javier Velasco, miembro de la subcomisión de Revisión del Uso de los Medicamentos (RUM) de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC).
Por ello, como primer consejo, el especialista aconseja, a la hora de conservar los medicamentos, el guardarlos en un lugar seguro de los niños, y por ejemplo en el salón o en la mesilla de noche del cuarto, zonas libres de menores y de cambios bruscos de temperatura o de humedad. "No obstante, se pueden guardar en un cajón que esté fuera de la luz y de cambios de temperatura y de niños, en cualquier habituación", subraya.
En segundo lugar, recuerda que hay personas que los dividen en cajas: una por la mañana, otra para el mediodía, y otra para tarde. "También es muy común hacerlo en algún pastillero semanal. Los pacientes mismos pueden coger y organizarse las pastillas de toda la semana a través de las diferentes ranuras. No hay problema si el paciente está en plenas facultades", señala.
Eso sí, el experto de SEFAC advierte de que aquí puede haber un problema porque al prepararlo, y al no ser la persona un profesional, ve fácil la equivocación. Por ello, recomienda lo que se denomina como 'Servicio Personalizado de Dosificación' o SPD que ofrecen algunas farmacias, y por el que preparan ellos mismos el pastillero del paciente para que no haya equívocos. "Cuesta pocos euros, para cubrir el gasto del pastillero. Lo hace el auxiliar de farmacia, y lo revisa el farmacéutico. Es más seguro que que lo haga una persona en su casa, sobre todo de avanzada edad", advierte Velasco.
Velasco señala también que otra forma de organizarse las pastillas, y además "muy común", es escribir en la cajita cuándo se debe tomar la pastilla ('1/0/0' si sólo en el desayuno, o '1/1/1' en el desayuno, comida y cena, por ejemplo).
"Es una forma bastante buena para saber cuándo la tiene que tomar, y para quien no tiene pastillero o SPD, pero aquí viene otro problema, que algunas personas no se acuerdan de si se la han tomado o no", indica. Por ello, dice que algunos medicamentos tienen marcados los días de la semana en el blíster, como es el caso general de los anticonceptivos, que al sacarlos del envoltorio ya sabes cuáles has tomado y cuáles no.
Por otro lado, el miembro de la subcomisión de Revisión del Uso de los Medicamentos (RUM) de la SEFAC aconseja revisar el botiquín de los medicamentos cada seis meses, y ve "muy importante" no tirar nunca nada a la basura, sino depositarlos en el punto SIGRE de las farmacias.
Igualmente, pide distinguir el botiquín de la casa, que debe contar con el material básico de cura (alcohol, tiritas, esparadrapo, vendas o antisépticos, por ejemplo), y separarlo de los medicamentos habituales para evitar errores. Asimismo, el farmacéutico sugiere también separar los medicamentos de uso más común, por ejemplo el paracetamol o el ibuprofeno, de aquellos que deben tomarse, siempre por prescripción médica, todos los días.