MADRID, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres con cáncer de mama HER2 positivo diagnosticado en estadio precoz que, tras la cirugía, son tratadas durante un año con trastuzumab, fármaco comercializado por Roche como 'Herceptin', tienen una probabilidad del 79 por ciento de seguir vivas diez años después, en dos tercios de los casos (69%) libres de enfermedad.
Así lo demuestra el estudio 'HERceptin Adjuvant' (HERA) en el que han participado más de 5.000 mujeres y cuyos resultados finales se han presentado en el último San Antonio Breast Cancer Symposium (SABCS) celebrado en diciembre en San Antonio (Estados Unidos).
Los datos revelan una reducción del riesgo de recaída del 24 por ciento, según los datos de supervivencia libre de enfermedad, y del riesgo de fallecimiento hasta un 26 por ciento, en comparación con quienes no recibieron este fármaco.
Esta investigación internacional, que ha contado con la participación de 45 hospitales españoles, confirma los beneficios ya mostrados de esta terapia para aquellas pacientes cuyo tumor sobreexpresa la proteína HER2, que se da en un 15-20 por ciento de los casos.
"Con un seguimiento a lo largo de diez años, el beneficio que aporta el tratamiento adyuvante con trastuzumab se mantiene a largo plazo. La reducción tanto del riesgo de recaída como de fallecimiento dejan claro que se trata de la mejor opción para estas pacientes", ha defendido Ana Lluch, jefe del Servicio de Hematología y Oncología del Hospital Clínico de Valencia.
El esquema probado ha sido un año de tratamiento con trastuzumab a intervalos de tres semanas después de finalizadas la quimioterapia y/o la radioterapia adyuvantes, comprobando que se traducía en una mejora altamente significativa de la supervivencia libre de enfermedad en comparación con el grupo de observación (al que no se administraba Trastuzumab).
Se evaluó además la eficacia de esta terapia administrada durante dos años tras la cirugía, pero en este caso sin que se mostrara un beneficio significativamente mayor en relación a la terapia durante solo un año.
Ante los datos finales de seguridad, Lluch reconoce que avalan que el empleo del fármaco durante doce meses (18 ciclos) es seguro y no se han identificado efectos adversos que no se conocieran. Además, se ha observado que la incidencia de disfunción cardiaca se mantuvo baja durante todo este tiempo.
Esta experta recuerda además como a estos beneficios hay que sumar la posibilidad de administrarlo en una versión más cómoda para los pacientes después de que, desde este año, está disponible en España la nueva formulación por vía subcutánea que permite su administración con una inyección que tarda de 2 a 5 minutos, frente a los 30-90 que dura la intravenosa.
"Para las pacientes la nueva opción representa una mejora considerable de su calidad de vida. Pasan mucho menos tiempo en el hospital y eso les permite llevar una vida menos condicionada por el tratamiento", explica la doctora Lluch.